De esto y de aquello
MAFIOSOS
HAY DE TODO en la política venezolana. Hay cloacas rotas. Delincuentes que se fugaron del país con la cabuya en la pata, como el inefable Velásquez Alvaray, refugiado en Costa Rica con los bolsillos repletos de dinero mal habido, que ahora prende el ventilador. Un choro completo. Igual que el otro exmagistrado, Aponte Aponte, quien vendió el alma al diablo, pero no ahora sino hace tiempo.
Eso le pasa al chavismo por no seleccionar bien a los candidatos que aspiran a cargos de gran importancia. Se filtran aventureros, mafiosos con amplio prontuario, y ahora el Gobierno y el partido tienen que cargar sobre los hombros con la basura que estos personajes lanzan a diestra y siniestra. Pero así es la vida. Ojalá y el chavismo aprenda la lección y pase por un filtro bien exigente a cuanto aspirante se acerque. El acto de gobierno implica grandes responsabilidades. La más importante, para los entendidos en la materia, consiste en saber escoger colaboradores. Ahora al chavismo no le queda otra alternativa que detectar a los Velásquez Alvaray y a los Aponte Aponte que quedan en posiciones claves. De que los hay los hay. De que quedan, quedan.
CAMPAÑA
ES CURIOSO LO QUE SUCEDE con la campaña de Capriles Radonski. En vez de avanzar, retrocede. En lugar de cuajar se deshace. Definitivamente no prende. Él, lógicamente, no lo acepta y sería absurdo que lo hiciera. Ningún candidato, así esté en el subsuelo, puede admitir que no tiene chance. Está obligado a guapear.
¿Pero qué ocurre con la campaña electoral del candidato de la oposición? Un asesor gringo se los dijo claramente, hace poco, a los miembros del comando cuando explicó lo mal que va la campaña:
1) El candidato no da la talla porque no trasmite nada; no conecta con la gente.
2) El mensaje es vacuo. Nada les trasmite a los ciudadanos. No aporta nada importante. Puso malojo. Puro lugar común. Puras generalidades. La única oferta concreta que ha hecho, un plan de empleo, es un pote de humo. Nada concreto.
3) La discriminación dentro de la alianza. Hay privilegiados y hay ninguneados. Hay aliados de primera, de segunda, de tercera, de cuarta y más abajo aún. El entorno del candidato está saturado por dirigentes de Primero Justicia. El resto es perraje. El pobre Ramos Allup, por ejemplo, tuvo que crear un engendro con el nombre de “Adecos con Capriles” para poder asomar la cabeza.
Para el gringo hay cambio en el rumbo de la campaña o hay desastre total. Opina que el margen de ventaja de Chávez difícilmente puede cambiar en los cinco meses que quedan de campaña, y que para conseguirlo hay que hacer todo lo contrario de lo que hasta ahora se ha hecho. Pero, ¿cómo? ¿Con la misma cabalgadura y el mismo discurso?
RECURSOS
DONDE SÍ ESTÁ BIEN la campaña es en materia de recursos económicos. Hay billete gordo en abundancia. Hubo una importante colecta en el norte, aproximadamente 50 millones de palos, sólo que un 20% se quedó en el camino. Los empresarios colombianos también están colaborando, y, al mismo tiempo, poniendo condiciones. Amarrando al candidato por si gana. Con la petrolera Rubiales -propiedad de los tecnócratas que sabotearon a PDVSA en el 2002-, que se comprometió a dar una importante ayuda, surgió un problema: Investigación sobre lavado de dinero aquí y allá. Por eso la viajadera a Bogotá.
