Videos

Masacre

Videos

Campaña contra la tortura

Campaña contra la tortura

Basta de Balas

Basta de Balas

Basta de Balas

sábado, 19 de noviembre de 2011

Antisemitismo de izquierdas

JPG - 64.9 KB  JPG - 103 KB   JPG - 52.2 KB   JPG - 80.8 KB   

                                      Antisemitismo de izquierdas
JPG - 167.5 KBJPG - 63.6 KBVarias discusiones fueron disparadoras de la publicación de este artículo que tenía hace tiempo guardado. ¿La izquierda puede ser antisemita? ¿Es un fenomeno solamente de las derechas?
El texto apunta algunas reflexiones, basadas en escritos de Bobbio, para entender algunas conductas de la intelectualidad de izquierda.

Buena Prensa, Buen Mundo!


Algunas reflexiones sobre la izquierda autoritaria

Cuando los extremos se tocan, la extrema izquierda toma de la ultraderecha sus más deplorables taras. El antisemitismo es sólo una de ellas.

Con su habitual claridad, el filósofo y politólogo italiano, Norberto Bobbio, ha definido y replanteado las diferencias entre izquierda y derecha de cara al siglo XXI. En un breve libro titulado Derecha e Izquierda, aparecido por vez primera en italiano en 1995 y editado posteriormente en español, Bobbio establece los criterios para distinguir entre una política de izquierdas y una de derechas, sin ocultar su inclinación por la primera. La diferencia fundamental entre ambas se deriva, según Bobbio, de la actitud que cada una de las partes muestra, de manera sistemática, frente a la idea de igualdad. Aquellos que se declaran de izquierdas, a juicio de Bobbio, dan mayor importancia en su iniciativa política a lo que convierte a los hombres en iguales, o a las formas de atenuar y reducir los factores de desigualdad. Al contrario, los que se declaran de derechas, están convencidos de que las desigualdades son un dato no eliminable y que, al fin y al cabo, ni siquiera es pertinente desear su eliminación.
Bobbio, sin embargo, nos advierte sobre la existencia de otra díada, la de extremismo versus moderación, que pertenece a un universo político distinto que el de derecha/izquierda. Esta díada esta referida no al concepto de igualdad sino al de libertad. Así, puede decirse que existen tanto en la izquierda como en la derecha movimientos y doctrinas libertarios y autoritarios porque el criterio de la libertad sirve para distinguir el universo político no tanto respecto a los fines como respecto a los medios, o al método empleado para conseguir los fines. Bobbio extrae de la conjunción de libertad e igualdad un espectro político de cuatro categorías:

1- En la extrema izquierda se encuentran los movimientos a la vez igualitarios y autoritarios;
2- En el centro-izquierda, doctrinas y movimientos a la vez igualitarios y libertarios, a los que hoy podríamos aplicar la expresión "socialismo liberal," incluyendo en ella a todos los partidos socialdemócratas;
3- En el centro-derecha, doctrinas y movimientos a la vez libertarios y no igualitarios, que se afirman y se detienen en la igualdad frente a la ley;
4- En la extrema derecha , doctrinas y movimientos antiliberales y anti-igualitarios, entre los cuales resaltan los ejemplos históricos del nazismo y el fascismo.

La mediocridad democrática
Una de las tesis centrales de Bobbio, y sobre la cual quiero detenerme ahora, radica en el hecho de que los extremos se tocan. Aun con programas políticos distintos, una izquierda autoritaria y una derecha radical pueden llegar a converger en ciertos principios como el ser anti-democráticos y el ser catastrofistas. Tanto extremistas de izquierda como de derecha sospechan de la democracia incluso desde el punto de vista de las virtudes que alimenta. Tanto para unos como para otros, democracia es sinónimo de mediocracia, entendida ésta no sólo como el dominio de la clase media sino también como el dominio de los mediocres. Así, el tema de la mediocridad democrática es típicamente fascista, pero encuentra también su ambiente natural en el radicalismo revolucionario. Ambos extremos comparten también la suposición de que el cambio esperado debe suceder en un lapso reducido de tiempo y a través de una transformación radical que sacuda totalmente los cimientos de la antigua sociedad.
No es casual, por tanto, que ciertos autores, pensadores e ideólogos lleguen a ser estudiados y admirados con la misma devoción tanto en la izquierda autoritaria como en la derecha radical. Bobbio nos recuerda que Carl Schmitt, quien durante un cierto tiempo fue no sólo el inspirador, sino también el guía político del estado nazi, ha sido, por lo menos en Italia, redescubierto y rehabilitado, sobre todo, por ciertos sectores de izquierda. Otro ejemplo es el de Georges Sorel, autor de las Reflexiones sobre la violencia, que tuvo políticamente la función de inspirador de los movimientos de izquierda: de él nació la corriente del sindicalismo revolucionario italiano. Sorel se convirtió en los últimos años, simultáneamente, en admirador de Lenin y de Mussolini, y muchos de sus colegas italianos confluyeron en el fascismo.
Las corrientes antidemocráticas que fluyen en la extrema izquierda la han conducido a identificarse y a mostrar solidaridad con proyectos totalitarios, algunas veces de "izquierdas" pero otras veces no, que se han desarrollado en diferentes puntos del planeta. Así sucedió con Stalin y Pol Pot (Nota BP: agregaría también a la Irán Islamica). Vemos recientemente como José Saramago, el Nobel portugués, que se ha autodenominado "un comunista hormonal", ha hecho malabarismos antes de condenar violaciones a derechos humanos efectuadas por el gobierno de Fidel Castro. De igual forma, unos días después de los atentados del 11 de septiembre, un conocido periodista mexicano reconocido por su personal militancia en la izquierda, citó alegremente a un cantante chileno que comentó "una de las torres que vaya a la salud de Chile." Sería éste uno de los numerosos casos en los que las acciones de Al Qaeda fueron vistas con satisfacción, comprensión y hasta simpatía por parte de la extrema izquierda a pesar de -o quizás debido a- sus reivindicaciones de carácter totalitario.

El nexo antisemita
Estas corrientes anti-democráticas contenidas en la extrema izquierda y en la ultra-derecha, facilitan la erupción y legitimación de tendencias antisemitas en su propio seno. Los extremos vuelven a tocarse y hasta a fusionarse. Profundamente anti-democrática, la ultraderecha hace extensiva a la izquierda autoritaria su tendencia judeófoba. No debe sorprendernos encontrar los argumentos antisemitas favoritos de la derecha en manos de intelectuales y políticos identificados con la tradicional extrema izquierda. A este respecto varios ejemplos recientes resultan especialmente contundentes.
Alan Dershowitz muestra en su reciente libro The Case For Israel, cómo dos hombres representantes de polos opuestos de la realidad política norteamericana, pueden llegar a converger en su actitud frente al Holocausto y las corrientes negacionistas. Se trata del ultraconservador Patrick Buchanan y el destacado lingüista y representante de la izquierda radical, Noam Chomsky. Buchanan es un típico antisemita de derechas. Ha manifestado serias dudas acerca de si los judíos fueron realmente gaseados en Treblinka. Un artículo en el New Republic señala que "una gran parte del material en el que Buchanan basa sus artículos proviene de bandas pro-nazis y antisemitas". Más extraño resulta el caso de Noam Chomsky, quien siendo judío, prologó uno de los libros de Robert Faurisson. Este profesor de literatura francesa en la universidad de Lyon definió al Holocausto como un engaño. El Holocausto, según Faurisson, nunca existió, y eran los judíos los que cargaban con la responsabilidad de la Segunda Guerra Mundial. Faurisson fue suspendido de la universidad de Lyon por un semestre y Chomsky se adhirió a la protesta por su suspensión. Chomsky, cuyas posiciones antisionistas son ampliamente conocidas, defendió a Faurisson arguyendo el derecho a la libre expresión y alegando, también, sus méritos académicos. Después de firmar una petición, escribió un ensayo que fue usado como prólogo del siguiente libro de Faurisson, en el que nuevamente se hace referencia al engaño del Holocausto.
Más conocidas entre el público de habla hispana han sido las más o menos recientes expresiones antisemitas de José Saramago, gurú intelectual de ciertas corrientes de la izquierda autoritaria. Tras su visita a Ramallah en 2002, y su comparación de esta ciudad palestina con Auschwitz, Saramago ha concedido numerosas entrevistas y escrito artículos en los que ha sostenido que: "estamos hablando de un pueblo que vive preso de un imaginario enfermizo que le hace sentirse elegido;" que "los judíos arañan sin cesar su herida para que no deje de sangrar, para hacerla incurable, y la muestran al mundo como una bandera". En el mismo tono, ha adjudicado un carácter conspirativo al pueblo de Israel que "cuenta con el aparato propagandístico sionista internacional," término que no suena muy distante del de la "conspiración judía mundial" o "el judío internacional". Un "aparato propagandístico sionista internacional" seguramente estará manejado desde las sombras por un pueblo capaz de dirigir perversamente, a placer, los destinos del mundo. José Saramago, el "comunista hormonal", ¿estará enterado de que la junta militar argentina torturó personas bajo la acusación de ser sionistas, como en el célebre caso de Jacobo Timerman?
Asombrosamente, o quizás no tanto, el partido Izquierda Unida (partido de izquierdas parlamentario de España), se negó a asistir a la conmemoración del Holocausto, por sentirse "solidaria con la causa palestina y con los millones de muertos soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial." Como bien señaló la escritora y periodista española Pilar Rahola, "con esto Izquierda Unida ha demostrado que hay víctimas que no le conmueven."
La izquierda autoritaria, al igual que la ultraderecha, tiene serias dificultades para transar, para moderar los tonos cuando es necesario alcanzar un fin, para llegar a pactos con el adversario. Las dificultades de la izquierda autoritaria para moderar posiciones quedan bien ilustradas por el propio Saramago al afirmar que "si la izquierda se va al centro, en nombre de una política supuestamente necesaria en un momento determinado argumentando que los caminos no marchan hacia la radicalización -siempre hay una excusa para eso-, entonces la izquierda se va al centro, y a partir de ese momento se desmembra, pierde identidad." A muchos intelectuales -que normalmente tienen mayor tendencia al totalitarismo que la gente común- les gustan las realidades sin matices, son puristas. Por ello un intelectual de izquierdas como lo es el palestino naturalizado norteamericano, Edward Said, le dio la bienvenida a Biniamin Netanyahu cuando venció a Shimón Peres en las elecciones de 1996 con las siguientes palabras: "Es preferible un crudo y brutal Netaniahu, a un simulador pero también crudo y brutal... Peres."
Con amigos así…
Es cierto entonces que ha habido y existe hoy día una izquierda antisemita, tal y como existe la ultraderecha antisemita. El antisemitismo aparece con mucha mayor contundencia en las ideologías autoritarias de ambos extremos del mapa político. Recientemente ha habido un extraño acercamiento entre representantes de la derecha cristiana americana y algunos políticos de la derecha israelí. Los primeros ven en el retorno del pueblo judío a su tierra la realización de un designio divino, mesiánico y por lo tanto bregan para que Israel no se retire de territorios ocupados. Los segundos han encontrado un aliado táctico en esta variante de fundamentalismo cristiano. Se trata, sin duda alguna, de una alianza peligrosa. Este tipo de alianza puede revertirse y este fundamentalismo cristiano pro-israelí puede transformarse en antisemitismo una vez que se compruebe que el retorno del pueblo judío a su tierra no conduce a que los judíos acepten a Jesús Cristo y se conviertan al cristianismo.
Hay que desconfiar, así, de las derechas e izquierdas autoritarias aun y cuando aparezcan como posibles aliadas coyunturales. La lucha por la igualdad característica de la izquierda puede, volviendo a Bobbio, encausarse a través de medios democráticos y también violentos y autoritarios. En está segunda variante, la prudencia, la tolerancia, la paciente búsqueda de la mediación, se ven devaluadas, restringidas, lo que facilita las cosas para el florecimiento de ideologías totalitarias.

La crisis del capitalismo mundial se acelera

Salón de doctrina, de El Roto.
Salón de doctrina,de El Roto.La crisis del capitalismo mundial se acelera
La crisis se desarrolla de una manera acelerada e implacable. En el mes de noviembre, el ritmo de destrucción de empleo en EEUU ha sido el más rápido en 34 años. El PIB mundial ha registrado una caída abrupta. La recesión estuvo precedida por una crisis financiera (la llamada crisis del crédito), sin embargo, simplemente fue el preludio de la crisis real. Como siempre, los economistas burgueses sacan la conclusión de que la causa de la crisis es la falta de crédito. En realidad, la escasez de crédito está provocada por la crisis.
Durante el boom todos estaban dispuestos a pedir prestado y prestar dinero, confiaban en conseguir jugosos beneficios. Como siempre en todo esto existía un gran elemento de especulación. El vertiginoso aumento de los precios bursátiles no guardaba relación alguna con la situación real. Debemos tener en cuenta que, en última instancia, los beneficios de los capitalistas sólo pueden salir del trabajo no pagado de la clase obrera. En la medida que se extrae plusvalía, los capitalistas, terratenientes, banqueros y especuladores bursátiles pueden conseguir beneficios. Se creó la ilusión de que este alegre carnaval podría durar eternamente. Pero este proceso tarde o temprano choca contra las contradicciones inherentes del sistema capitalista.
Ahora ha comenzado la segunda fase, la crisis de la economía real. Millones de trabajadores se enfrentan a la reducción del horario de trabajo, supresión de las horas extras, despidos y cierres de empresas. Los empresarios exigen recortes salariales amenazando con el cierre. Esta situación significa una reducción general de los niveles de vida, que a su vez supone una nueva caída de la demanda, más cierres, desempleo y nuevos recortes. La caída de la actividad conlleva un descenso de las declaraciones de ingresos, que, consiguientemente, supone nuevos recortes del gasto social.
En EEUU se han perdido 533.000 empleos en noviembre, la mayor caída mensual desde diciembre de 1974. El desempleo ha subido hasta el 6,7 por ciento. Sin embargo, esta cifra subestima la seriedad de la situación. No incluye a las personas que se han renunciado a buscar un empleo, eso pondría la tasa de desempleo en el 12,5 por ciento. Se han anunciado un torrente de cierres de empresa. El Banco de América va a despedir a 35.000 trabajadores después de ser adquirido por Merill Lynch. Dow Chemicals va a cerrar 20 plantas con la pérdida de 5.000 puestos de trabajo en EEUU y Europa. 3M despedirá a otros 2.300 trabajadores. Anheuser-Bush InBev va a reducir un 6 por ciento de su fuerza laboral en EEUU (tres cuartas partes en San Luis).
Ya nadie repite la estupidez de que la crisis se limitaría a EEUU. Es un fenómeno internacional. La gran empresa japonesa Sony va a despedir a 16.000 trabajadores, reducir sus inversiones y recortar parte de su producción. La perspectiva es que sus beneficios anuales se reduzcan a la mitad debido al hundimiento de la demanda de sus televisiones de LCD. La empresa minera anglo-australiana Río Tinto está reduciendo el gasto en capital y vendiendo activos para pagar los 10.000 millones de dólares que debe. Reducirá 14.000 empleos de aquí a finales de 2009. Woolworth, una importante cadena de tiendas en Gran Bretaña, va a cerrar después de cien años de existencia, dejando a 30.000 trabajadores en el paro. La lista es interminable y aumenta en todo momento.
La alarma creciente de la clase dominante se refleja en la sucesión de medidas de pánico adoptadas por los gobiernos y bancos centrales, que ya no pretenden evitar la recesión sino sólo calmar sus efectos. Pero a pesar de todas estas medidas, la crisis se profundiza y se extiende. La economía mundial ha entrado en una espiral descendente y nadie sabe dónde está el fondo o cuando se alcanzará.
En el pasado los economistas burgueses negaban la posibilidad de una recesión. Ahora la única duda que tienen es si será una recesión profunda o una depresión. Para los millones de trabajadores afectados por los cierres de fábricas, bancarrotas, despidos y desahucios, no obstante, la diferencia es simplemente semántica. La burguesía y sus economistas favoritos imaginan que todas las crisis están causadas por la falta de “confianza” y que, por tanto, unas cuantas declaraciones alentadoras (acompañadas por grandes donativos de dinero público) resolverán el problema. No comprenden que la confianza no cae del cielo sino que refleja las condiciones reales. Contrariamente a esta explicación superficial e idealista (que no explica nada), nosotros respondemos: no es la falta de confianza la que provoca la crisis, sino que es la crisis la que crea la falta de confianza.
Es necesario tener en mente que a menos que los capitalistas vendan sus mercancías, no podrán conseguir ninguna plusvalía. La capacidad de encontrar mercados está limitada por el consumo limitado de la sociedad. Tarde o temprano se llega a un punto donde los mercados están saturados y no se pueden encontrar compradores. En la crisis de 1990-1991 y 2001 la demanda no cayó demasiado. En el primer caso el rápido desarrollo de Asia (China) proporcionó un amortiguador que evitó que la crisis se convirtiese en una recesión. Después de todo, el enorme aumento del crédito y la burbuja inmobiliaria especulativa mantuvieron todo en pie. Pero los cimientos eran totalmente inestables.
Esta situación no se podía mantener. La realidad es que los capitalistas evitaron una recesión profunda durante dos décadas pero sólo a costa de crear las condiciones para una recesión aún más seria en el futuro. Eso explica la alarma con que la burguesía ve la crisis actual.
Durante el boom, cuando se conseguían beneficios, la gente compraba y vendía, pedía dinero prestado y prestaba, se endeudaban alegremente superando sus beneficios. Si cualquiera observa que todo está basado en la especulación y la estafa a nadie le importaba. ¿No somos ricos? ¿No estamos todos haciendo dinero? ¡Vive hoy y mañana Dios dirá! Pero el boom alcanza sus límites, debe hacerlo, esta “exuberancia irracional” se convierte en su contrario. La confianza se evapora junto con el milagro del enriquecimiento interminable. En lugar del viejo alegre optimismo tenemos pánico y desesperación. Ya no es la codicia, sino una emoción igualmente primordial, el miedo, se convierte en el ambiente predominante del mercado.
Contradiciendo todos los análisis anteriores, los economistas burgueses ahora dicen que esta recesión será más prolongada y profunda que cualquier otra desde la Segunda Guerra Mundial. Los capitalistas están pagando el precio de la “exuberancia irracional” que mostraron en el período anterior. Aterrorizados por las consecuencias sociales y políticos, recurren a políticas desesperadas que sólo servirán para exacerbar los problemas a largo plazo. En cada coyuntura los portavoces de la burguesía anuncian que “lo peor ha pasado”. Estas declaraciones, que se hicieron también a intervalos regulares después del crack de Wall Street de 1929, siempre van seguidas de nuevas caídas de las bolsas y nuevos recortes de la producción.
La burguesía se está hundiendo en una zanja profunda de la que no será fácil salir. Los bancos se están hundiendo bajo el peso de sus deudas malas. Nadie sabe a cuánto ascienden y por tanto nadie conoce qué bancos (si hay alguno) son viables. Por eso los economistas dicen que esta recesión no es “normal”. Algunos economistas miran hacia atrás con nostalgia a los “buenos días” del patrón oro, pero un regreso al patrón oro ahora es imposible. Llevaría a un colapso completo e una recesión aún más profunda que la Gran Depresión de los años treinta.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la economía mundial se basaba en el patrón oro, que tenía sentido como una manera de regular los mercados monetarios. Los gobiernos tenían que mantener una cantidad determinada de oro como respaldo de sus monedas nacionales. Finalmente, los acreedores podían exigir el pago de las deudas en oro, que, como cualquier otra mercancía, tiene un valor objetivo.
La eliminación del patrón oro sólo fue posible porque después de la Segunda Guerra Mundial EEUU tenía dos tercios del oro mundial en Fort Knox y su industria estaba intacta. Podía imponer sus condiciones al resto del mundo. Todo el mundo quería dólares porque en aquel momento el dólar era tan bueno como el oro. El dólar se convirtió en la moneda internacional (con la libra esterlina como socio de segunda clase). Este fue un factor en el auge del comercio mundial después de 1945, la base real del auge económico del capitalismo mundial en esa época.
Ahora, sin embargo, todo eso ha cambiado. EEUU ha pasado de ser el mayor acreedor del mundo a ser el mayor deudor mundial. El dólar sigue como moneda mundial, pero nadie está seguro de lo que realmente vale. Cantidades inimaginables de capital ficticio se han bombeado en la economía mundial durante las últimas dos o tres décadas. Sólo el mercado mundial en derivados vale más de 500 billones de dólares, la mayoría tiene un carácter especulativo y ficticio. Los mercados de derivados equivalen a 36 veces el valor total del PIB norteamericano [el PIB de EEUU en 2007 era de 13,8 billones de dólares] o aproximadamente 10 veces el valor de toda la producción mundial.
La expansión sin precedentes del crédito en el último período sirvió para mantener niveles altos de demanda en EEUU y en otros países. Pero ahora esta situación ha llegado a sus límites. Todo el proceso se convierte en su contrario. Nadie quiere prestar dinero y pocos desean pedir prestado. La sociedad es presa de un sentimiento de tacañería y avaricia. Las masas no tienen dinero para gastar, sólo deudas que pagar. Aquellos que anteriormente prestaban alegremente dinero ahora reclaman sus deudas. Muchos de los que contrajeron hipotecas para comprar casas no pueden pagarlas y se encuentran con el desahucio. Como el precio de sus viviendas ha caído, ahora están cargados con deudas enormes, que a diferencia del precio de las viviendas, no caen.
Los banqueros, ayer ansiosos por prestar dinero a todos, ahora lo están por acumular dinero y no compartir ni un céntimo. Esta actitud tacaña y desconfiada se aplica no sólo a los propietarios privados de viviendas y pequeñas empresas, sino también a otros bancos y grandes empresas. No están dispuestos a prestar dinero a otros bancos porque no están seguros de recuperar su dinero. Ni tampoco están preparados para adelantar dinero a empresas para comprar materias primas y equipamiento. Sí están bastante dispuestos a empujar y obligar al cierre de empresas como si fuesen cajas de cerrillas, dejando a miles sin trabajo sin pestañear.
Como el crédito es la savia del sistema capitalista, la interrupción de la oferta de crédito significa que no sólo las “malas” empresas entrarán en bancarrota sino también las “buenas”. La sequía de crédito amenaza a todo el proceso productivo de la sociedad con un estrangulamiento lento. Los efectos se pueden ver en un torrente repentino de bancarrotas y cierres, afectando no sólo a las pequeñas empresas sino también a empresas importantes como Ford, General Motors, Sony, Nissan y muchas otras. La razón principal de esta situación es el colapso de la demanda, agravado por la escasez de crédito. De repente hay demasiado acero, cemento, automóviles, muchas oficinas vacías, demasiado petróleo… En otras palabras, lo que vemos es una crisis clásica de sobreproducción.
Las grandes empresas automovilísticas norteamericanas intentaron aumentar su parte del mercado mediante descuentos feroces. Esto funcionó temporalmente pero sólo a costa de reducir los márgenes de beneficio. Finalmente, el resultado fue la bancarrota. Ahora están obligadas a recurrir, gorra en mano, al gobierno estadounidense que finalmente aceptó darles una parte importante del dinero de los contribuyentes para mantenerlas a flote. Llega después del rescate a los bancos, lo que representa una medida sin precedentes, sobre todo si tenemos en cuenta que los republicanos se suponían que eran el partido de la economía de libre mercado por excelencia. Fue una medida desesperada.
Esta propuesta de un donativo generoso a las grandes empresas automovilísticas estaba dictada por el miedo a las consecuencias sociales y políticas de que empresas como Chrysler y GM entrasen en bancarrota, lo que significaría la pérdida de millones de empleos. También era una medida proteccionista, dirigida contra los manufactureros extranjeros de automóviles. Si se aprueba, sin duda provocará medidas similares en Europa y Japón. Sin embargo, el gobierno insiste en recortes salariales a cambio de la ayuda, algo rechazado por los sindicatos. Los republicanos, por tanto, votaron en contra de la propuesta, que fue derrotada en el Senado. Se trata de una repetición del enfrentamiento anterior entre la Casa Blanca y el Congreso sobre el rescate a los bancos. Demuestra profundas contradicciones a todos los niveles de la sociedad norteamericana.
Estamos entrando en un período de creciente proteccionismo y tensiones entre las principales naciones capitalistas. La tendencia hacia el proteccionismo será aún más pronunciada con Obama, que tendrá la presión de “salvar los empleos norteamericanos”. Debemos recortar que los Demócratas siempre han estado inclinados hacia el proteccionismo. Esta situación provocará represalias de los rivales de EEUU. Ya Wolkswagen está exigiendo ayuda del Estado. Otros la seguirán.
La crisis está revelando profundas fisuras en la UE. Los británicos y franceses presionan a Alemania para que reflaccione su economía (es decir, aumentar su déficit para crear más demanda para los productos británicos y franceses). Pero Alemania se resiste. No ven razón para que Alemania pague el precio de los problemas de otras personas. Pero la participación de Alemania es absolutamente necesaria si se quiere que tengan éxito los planes de recuperación de Europa. Todos deben reflaccionar simultáneamente, sino Alemania se beneficiaría “injustamente” de los esfuerzos de los demás.
Pero estas propuestas no han sido bien recibidas en Berlín. El ministro de economía alemán, Peer Steinbrueck, ridiculizó el ansia general de lo que él denominó “el gran plan de rescate” como algo inútil, dijo que “no existe” tal plan y se intenta resolver la crisis sin precedentes como un rompecabezas que se resolverá por aproximaciones sucesivas. Las autoridades europeas creen que la respuesta está en abundantes programas de gasto, en realidad, añadió Steinbrueck, “dejemos que paguen los alemanes porque ellos pueden”.
En realidad, lo que dice Steinbrueck es correcto. Dijo que mientras las políticas pueden aliviar la situación, la recesión es inevitable, independientemente de lo que hagan los gobiernos. La política de Brown y Bush significa intentar reflaccionar la burbuja que en primer lugar provocó el caos actual. Han arrojado miles de millones a los bancos con la esperanza de que vuelven a prestar dinero otra vez. Pero han fracasado. Los banqueros no están dispuestos a prestar en las circunstancias actuales y no importa las reducciones de interés o las subvenciones estatales, nada supondrá una diferencia. En cualquier caso, el alcance de estos recortes es mínimo. En el caso de EEUU están prácticamente a cero. Una a una, las burguesías en los países ricos del mundo están agotando todos sus recursos en un vano intento de detener una recesión que es imparable.
En realidad la burguesía está atrapada. Hagan lo que hagan estará equivocado. Si no intervienen bombeando dinero a los bancos y en las empresas fracasadas, habría una recesión profunda con desempleo de masas como en los años treinta. Pero si recurren a métodos keynesianos de financiación del déficit, crearán unas deudas enormes que socavarán cualquier futura recuperación y actuarán como un tremendo dragado de la inversión productiva, creando las condiciones para un largo período de recortes y austeridad.
La política equivocada aplicada en el período anterior ahora se ha revelado como una colosal resaca de deudas. Esto significa que la recesión será más profunda y prolongada de lo que sería de otra manera. La burguesía ahora paga el precio de los “éxitos” de los últimos veinte años. Países enteros se enfrentan a la insolvencia. Islandia ya está en bancarrota. Los pasivos de los bancos representan ahora el 700 por ciento del PIB de Suiza, hasta ahora considerado como un paraíso seguro para el capital. La cifra de Gran Bretaña es del 430 por ciento. La de EEUU está apenas por debajo del 100 por cien, después del enorme rescate del sector bancario.
La intensificación de la recesión supondrá una profundización de las tensiones entre Europa y EEUU, entre EEUU, China y Japón, y entre Rusia y EEUU. En el pasado estas tensiones habrían llevado a una guerra mundial. La Segunda Guerra Mundial fue la que solucionó la crisis económica de los años treinta mediante un enorme gasto en armas y la destrucción general de los medios de producción durante la guerra. Sin embargo, la situación ahora es totalmente diferente. El colapso de la URSS y el colosal poder del imperialismo norteamericano significa está descartada una guerra mundial. Con un gasto anual en armas aproximadamente de unos 600.000 millones de dólares, no hay poder sobre la Tierra que pueda hacer frente a EEUU. Pero habrá “pequeñas” guerras constantes, como las guerras en Iraq, Afganistán, Somalia, Congo, etc. El conflicto entre Rusia y EEUU puede llevar a guerras como las de Georgia.
Los enfrentamientos y tensiones diplomáticas añadirán un nuevo ingrediente a la inestabilidad general. La incontrolable extensión del terrorismo es un síntoma de la crisis subyacente. Todos estos fenómenos, que lamentan los pacifistas sentimentales, son simplemente una expresión de la causa subyacente, que es la contradicción entre el colosal potencial de las fuerzas productivas y los estrechos límites de la propiedad privada y el Estado nacional. Las potencias más grandes (especialmente EEUU) intentarán utilizar su musculatura para intimidar a sus rivales, arrebatar mercados y fuentes de materias primas, pero los capitalistas no pueden encontrar una salida a la crisis por el camino de la guerra como hicieron en 1914 y 1939. Por lo tanto, todas las contradicciones se expresarán internamente, a través de un incremento de la intensificación de la lucha de clases.
Los ojos de la burguesía ahora están fijos en China, esperan que de ella pueda llegar la salvación. Pero China ahora está firmemente clavada al mercado capitalista mundial y debe sufrir las consecuencias de la recesión como todos los demás. Para mantener el desempleo en sus niveles actuales es necesaria una tasa de crecimiento de por lo menos el 8 por ciento. Si el crecimiento cae por debajo de ese nivel, se presenta la perspectiva de un serio conflicto social. Las últimas estimaciones del FMI para el crecimiento chino en 2009 ahora son sólo de un 5 por ciento. Dominique Strauss-Kahn, director del FMI, dijo lo siguiente: “Comenzamos con un crecimiento para China del 11 por ciento, después el 8, más tarde el 7, y China probablemente crezca un 5 o 6 por ciento”. Esta previsión aún es alta comparada con las tasas de crecimiento de EEUU y Europa. Pero representa una caída brusca en comparación con el tipo de crecimiento aproximado del 10 por ciento que ha disfrutado China en el último período. No está claro aún que pueda alcanzar ni siquiera ese nivel.
China tiene un mercado interno enorme, probablemente de unos 300 millones de personas. Pero es insuficiente para absorber la gran capacidad productiva que ha acumulado la industria china durante las últimas dos o tres décadas. La caída de la demanda en el mercado norteamericano está golpeando a las exportaciones chinas. La contracción de la producción industrial china se profundizó en noviembre cuando la producción de acero cayó un 12,4 por ciento respecto al año anterior, las entregas de las acerías cayeron un 11,3 por ciento, la generación de electricidad bajó un 9,6 por ciento y la producción petroquímica también cayó. En noviembre las exportaciones anuales cayeron un 2,2 por ciento, cuando los analistas esperaban que aumentasen un 15 por ciento. Para comprender el cambio debemos recordar que entre 2000 y 2006 las exportaciones chinas crecieron a una tasa anual del 26 por ciento. En el mismo mes las importaciones cayeron un 18 por ciento. Era la primera vez que caían las importaciones desde el año 2001.
Hay síntomas alarmantes de sobreproducción y sobreinversión en China, cuyo mercado interno, aunque considerable, no es lo suficiente grande para absorber el colosal potencial productivo acumulado a lo largo de dos o tres décadas y que ahora están alcanzando sus límites. La primera advertencia de la crisis fue la abrupta caída de la bolsa, que ha perdido aproximadamente un 60 por ciento de su valor. Pero la crisis no se limitó a las bolsas. Los precios inmobiliarios están cayendo, la construcción se está desacelerando y la industria crece menos que el PIB. La tasa anual de ventas de automóviles en noviembre cayó más de un 10 por ciento. La generación de electricidad, en general considerable como un índice fiable del crecimiento económico, cayó un 7 por ciento.
Estas cifras han alterado las ideas de los economistas occidentales sobre China. El anterior optimismo se está convirtiendo rápidamente en pesimismo. The Economist (13/12/2008) afirmaba: “Los optimistas incluso esperaban que estos enormes mercados emergentes (India y China) pudieran proporcionar los motores que sacasen a la economía mundial de la recesión. Ahora algunos temen lo contrario: que la recesión global arrastre a China e India con ella, provocando desempleo de masas en los dos países que, a pesar de todos sus éxitos, tiene a dos quintas partes de los niños malnutridos del mundo”.
Es verdad que China tiene enormes reservas, que puede utilizar para fomentar planes de obras públicas y desarrollar la infraestructura. En noviembre el gobierno anunció un paquete de estímulo fiscal de cuatro billones de yuan (casi 600.000 millones de dólares). Pero según algunas estimaciones, eso añadiría al PIB un incremento apenas superior al uno por ciento. Es insuficiente para los tipos de resultados que necesita China. Pekín sólo tiene otra opción: intentar resolver la crisis exportando más. Esta solución entra en directa colisión con Europa y EEUU, que están presionando a China para que reflacione su economía e importe más. Paulson visita Pekín para pedir a China que revalúe el yuan, pero es más probable que Pekín apoye una devaluación, que profundizará las contradicciones que existen entre China y EEUU.
Los líderes temen que el empeoramiento de la situación económica provoque lo que ellos denominan “una situación reactiva de agitación sociales a una escala de masas”. The Economist (13/12/2008) decía: “Cada semana llegan informes de cierres de fábricas, particularmente en el cinturón industrial del Delta del Río de la Perla, al sur de China. Los trabajadores que no cobran han protagonizado protestas violentas”. La misma revista añade: “En realidad, las manifestaciones y protestas, siempre comunes en China, están proliferando, los trabajadores despedidos de las fábricas junto a los campesinos sin tierra, los defensores del medio ambiente y las víctimas del acoso policial están tomando las calles“.
La desaceleración de China está golpeando a Japón, para este país el mercado chino cada vez era más importante. En los tres meses previos a septiembre la economía japonesa se hundió a una tasa anual del 1,8 por ciento. Otras economías emergentes incluso han sido menos capaces que China de dar el estímulo necesario a la economía mundial. Todas se verán arrastradas en el próximo período. Eso significa convulsiones sociales y políticas a una escala enorme. El caos en Tailandia es una prueba más de esta situación.
Después de un período de cinco años en el que India creció un 8,8 por ciento, las exportaciones en octubre cayeron un 12 por ciento comparadas con el mismo período del año anterior. Cientos de pequeñas empresas textiles han cerrado. Pero también las grandes empresas están en crisis. La industria automovilística ha suspendido la producción. Las ventas de Ambassador, el automóvil más popular en la India, se han hundido. Pakistán ya está al borde de la bancarrota. El banco central ha revisado sus perspectivas de crecimiento al 7,5 por ciento y son demasiado optimistas. El crecimiento real podría caer al 5,5 por ciento, el más bajo desde 2002.
Con un déficit presupuestario cercano al 8 por ciento del PIB, India, a diferencia de China, tiene poco margen de maniobra. Si China necesita una tasa de crecimiento del 8 por ciento para absorber siete millones de personas que cada año entran en el mercado laboral, ¿cómo puede India absorber una fuerza laboral que se expande a un ritmo anual de 14 millones de personas? Su principal crecimiento ha venido de sectores como la tecnología de la información que no emplea a una gran cantidad de trabajadores. Un crecimiento rápido del desempleo juvenil en India creará unas condiciones explosivas en la sociedad. “Y como en China, aparecerá el malestar e incluso la insurgencia se extienden”. (Ibíd.)
La caía de la demanda mundial se expresa en una caída general del precio de las mercancías. El petróleo pasó de un pico de 147 dólares a aproximadamente 40 dólares en cuestión de meses. Esto afectará a todas las economías productoras de petróleo en Oriente Medio, Irán, Indonesia, Nigeria, México, Rusia y Venezuela. Rusia tiene el tercer superávit más grande del mundo pero desde agosto ha caído en 144.000 millones de dólares. Hay una huida del rublo, lo que subraya los temores de la burguesía ante el futuro. La camarilla gobernante intenta desviar la atención de las masas sobre la crisis mediante aventuras en el exterior (como Georgia). Pero la crisis tarde o temprano debe expresarse en una crisis del régimen y en el crecimiento de la oposición, las huelgas y las protestas.
La economía ucraniana está en crisis y el país ha pedido prestados 16.000 millones de dólares al FMI. La crisis económica está profundizando la crisis política, que tiene un carácter endémico. El callejón sin salida del régimen se expresa en el fracaso total del capitalismo para resolver los problemas de Ucrania o de cualquier otra de las antiguas repúblicas soviéticas. El gobierno pro-norteamericano ha evitado las elecciones pero realmente pende de un hilo. La mayoría de las otras repúblicas soviéticas están en una situación incluso peor.
La abrupta caída del precio del petróleo intensificará el fermento prerrevolucionario en Irán, donde el régimen de Ahmadinejad está suspendido en el aire. Entre la juventud ya está extendido el descontento y la furia, pero también entre los trabajadores y la clase media. Se ha producido una oleada de huelgas. El hecho de que los estadounidenses hayan decidido retirarse de Iraq significa que se verán obligados a abrir negociaciones con Irán y Siria para cubrir la retaguardia. Este hecho priva a Admadinejad de su principal baza, el chovinismo anti-norteamericano y la retórica belicista. Privado del enemigo externo, las contradicciones dentro de Irán saldrán a la superficie y con implicaciones revolucionarias.
En los países más pobres de África han comenzado a aparecer elementos de barbarie y en algunos casos amenazan con hundir a la sociedad y empujarla al salvajismo. En el Congo, cinco millones de personas han muerto en una sangrienta guerra civil. En Zimbawe, la población se enfrenta a los horrores del hambre y el cólera. En Sierra Leona, más del 70 por ciento de la población vive con 70 centavos al día y dos tercios de las mujeres son analfabetas. A la pesadilla del hambre y la pobreza se añade el azote de la malaria y el SIDA. En todas partes las fuerzas productivas están estancadas o en declive, creando más desempleo, pobreza y desesperación.
No es difícil representar al mundo en general como una pesadilla o un manicomio. Son los síntomas que se asocian a la decadencia senil de un sistema que ha superado su utilidad histórica, como el Imperio Romano en su período de decadencia. Pero hay otra cara de la moneda. Existe fermento en la sociedad y los comienzos de la rebelión. Esto naturalmente comienza en la juventud que, en primer lugar, es la primera víctima de la crisis y, en segundo lugar, es el barómetro más sensible del ambiente de descontento que madura silenciosamente en las entrañas de la sociedad.
Es verdad que lo repentino de la crisis ha conmocionado no sólo a la burguesía sino también a los trabajadores. Existirá una cierta tendencia a aferrarse al empleo e incluso aceptar recortes a corto plazo, sobre todo cuando los dirigentes sindicales no ofrecen ninguna alternativa. Pero también habrá un sentimiento general de rabia y amargura, que tarde o temprano encontrará su camino hacia la superficie. Es inevitable que la primera capa que se ponga en movimiento sea la juventud. Siempre ocurre así. La juventud, empezando por los estudiantes, es siempre el barómetro más sensible de los sentimientos que se desarrolla en la sociedad. Pueden anticipar grandes movimientos de los trabajadores, como ocurrió en Rusia en 1901-1903 y en Francia en 1968.
En Italia y Alemania ha habido grandes movimientos de protesta de la juventud. En España las huelgas estudiantiles de este otoño fueron organizadas y dirigidas por el Sindicato de Estudiantes con una dirección marxista. También ha habido agitaciones juveniles en Hungría y antes en Francia. Pero en Grecia este movimiento ha adquirido un carácter explosivo y semi-insurreccional, combinado con una huelga general de los trabajadores. Es una advertencia seria para la burguesía de lo que puede ocurrir en otros países. Demuestra la falsedad del argumento de que el comienzo de la crisis económica inevitablemente provocará una parálisis de la clase obrera.
A la burguesía le gustaría recurrir a la represión. Esto se ve en las recientes declaraciones de Cossiga en Italia, que tienen un carácter claramente bonapartista. Pero Grecia demuestra los límites de esta política. El asesinato de un joven estudiante por la policía sacó a las masas a la calle. El gobierno de derechas consideró la posibilidad de decretar el estado de excepción pero Karamanlis no pudo usar la fuerza para imponer el orden en las calles porque habría llevado a Grecia al borde de la guerra civil. Tuvo que retroceder. El gobierno quedó paralizado.
Los acontecimientos griegos demuestran la debilidad de la reacción y la enorme fuerza de la clase obrera en la actualidad. Si los dirigentes del movimiento obrero griego hubieran defendido una política revolucionaria habrían podido tomar el poder. Pero sin la dirección adecuada el movimiento quedará reducido a una revuelta sin sentido, el gobierno finalmente recuperará el control. Sin embargo, el movimiento fue una seria advertencia para los capitalistas griegos sobre el sentimiento de rabia y frustración que existe en la sociedad. El gobierno de Nueva Democracia está acabado. Se está abriendo en Grecia una nueva etapa de la lucha de clases. Y mañana el mismo proceso se verá en un país tras otro.
En América Latina la revolución ya ha comenzado. No es casualidad y lo explicamos hace una década, cuando decidimos orientar a la CMI hacia América Latina. En este continente el capitalismo ha roto por su eslabón más débil. La Revolución Venezolana ha alcanzado un punto crítico, donde su dirección futura se resolverá de una manera u otra.
La crisis del capitalismo golpea duro a América Latina, aunque se desarrolla de una manera desigual, afectando a algunos países más que a otros. Brasil, el gigante económico de la región, esperar crecer un 4 por ciento (probablemente es optimista) mientras que México, ligado estrechamente a la economía estadounidense, se espera que crezca sólo un 0,4 por ciento. Sin embargo, a ritmos diferentes y a tiempos distintos, todos se verán afectados.
En octubre el FMI preveía una tasa de crecimiento del 3,5 por ciento para América Latina en 2009. Dos meses después, el Banco Mundial reducía sus estimaciones al 2,1 por ciento y Morgan Stanley pronosticaba una caída del 0,7 por ciento para las siete economías más grandes de la región. En los últimos dos meses se han visto afectados por las crisis de la bolsa y monetaria, y también por los recortes del crédito. Después ha seguido una reducción de las exportaciones y también caídas bruscas de los precios de las mercancías. La desaceleración de China afecta a la demanda de petróleo venezolano, a los minerales peruanos, la soja argentina, y al hierro y zumo de naranja brasileños.
La crisis en EEUU afecta al continente de una manera más directa. Ciudades enteras, pueblos, regiones e incluso países como México, El Salvador, Honduras, Colombia y Ecuador dependen de las remesas enviadas por sus emigrantes en EEUU o Europa. Como los trabajadores inmigrantes son los primeros en ser despedidos, ahora se ven obligados a regresar a cara. Estos países se ven al mismo tiempo privados de divisas y obligados a absorber una afluencia de mano de obra, eso significa ya un aumento del desempleo.
Los reformistas dicen que el “modelo venezolano” garantizaría la inmunidad ante los problemas asociados al “modelo neoliberal”. Pero es una ilusión reformista. Como la revolución aún no se ha llevado hasta el final, Venezuela todavía está sometida a las vicisitudes del mercado mundial capitalista. La caída del precio del petróleo supone que las reformas del último período están amenazadas. Morgan Stanley pronostica para 2009 una contracción económica, tanto en Venezuela como en Argentina, del 1 y el 2 por ciento respectivamente. Eso significará que las reformas y las misiones estarán en dificultad. Además de la crisis general del capitalismo, la economía venezolana sufre el sabotaje y la huelga de capital destinada a desestabilizar el gobierno bolivariano y provocar un descontento masivo. A pesar de todos los llamamientos a los capitalistas, la inversión privada prácticamente no existe y hay una huida de capital. Sólo el sector estatal mantiene la economía.
Tarde o temprano la revolución tendrá que decidir si avanza y lleva adelante la transformación socialista de la sociedad o da marcha atrás, un paso tras otro, hasta una derrota ignominiosa. La exigencia de medidas drásticas contra la contrarrevolución y la expropiación bajo control obrero va en aumento, la situación se debe resolver. En el pasado, el imperialismo norteamericano habría intervenido militarmente para abortar el proceso, pero ahora está en serias dificultades. EEUU está empantanado en Iraq y Afganistán, no puede abrir otro frente en América Latina, que además tendría consecuencias revolucionarias dentro de EEUU.
Ahora es un momento decisivo para la revolución venezolana. Las fuerzas de la burguesía contrarrevolucionaria han cobrado vida después de su avance parcial en las elecciones de noviembre, que les ha dado puntos de apoyo importantes para lanzar una nueva ofensiva. La crisis económica les dará aún más impulso. Chávez ha defendido más expropiaciones y proponer presentarse de nuevo a la presidencia. Chávez podría utilizar su mayoría en la Asamblea Nacional para aprobarlo incluso sin un referéndum. Eso provocaría enfrentamientos en las calles, lo que plantearía a quemarropa la cuestión del poder. Ya están dibujadas las líneas de la batalla que decidirán el destino de la revolución en uno u otro sentido.
Será un período de enorme turbulencia e inestabilidad, un período de revolución y contrarrevolución que puede durar años, con alzas y bajas. En el pasado, una situación prerrevolucionaria o revolucionaria no duraba demasiado. Terminaría en el triunfo de la revolución o de la contrarrevolución en forma de fascismo o bonapartismo. Pero en las condiciones actuales no es ese el caso. En el pasado, la burguesía en Europa y en otras partes tenía importantes reservas de apoyo entre la población, particularmente entre la clase de pequeños propietarios campesinos. Ya no sucede así. Las capas medias de pequeños propietarios se han reducido debido al desarrollo del capitalismo, mientras que la clase obrera ha aumentado y se ha convertido en muchos países en la mayoría de la sociedad. Antes, los estudiantes procedían de familias ricas y estaban inclinados hacia el fascismo. Ahora en la mayoría de los casos los estudiantes son de izquierdas. La clase dominante no es lo suficientemente fuerza para moverse hacia la reacción, pero la clase obrera carece de su dirección. Eso significa que la situación actual de equilibrio inestable entre las clases puede durar un tiempo.
La revolución nunca se mueve en línea recta. Inevitablemente habrá flujos y reflujos en el movimiento, como ocurrió en las revoluciones rusa y española. Entre febrero y octubre de 1917 hubo períodos de enorme auge, pero también otros períodos de cansancio, desesperación e incluso reacción (julio-agosto). Lo mismo ocurrió en España entre 1931 y 1937, donde tuvimos el Bienio Negro en 1934-1935. Pero en una situación donde el péndulo gira a la izquierda, estas “calmas” sólo son el preludio de una nueva oleada revolucionaria aún más tormentosa.
La situación objetiva en la que hemos entrado ahora será más similar al período de entreguerras, o a los años setenta, que a los últimos veinte años. Condiciones similares tienden a producir resultados parecidos. Las masas estarán más abiertas a nuestras ideas que lo estuvieron en el pasado.
La degeneración de las organizaciones de masas en el último período ha alcanzado niveles nunca vistos. Los socialdemócratas han abonado toda pretensión de defender el socialismo y los antiguos “comunistas” han abandonado todo intento de defender el comunismo. Es una ironía de la historia que precisamente en este momento hayan renunciado a cualquier pretensión de cambio revolucionario de la sociedad. Ahora la historia se venga de ellos.
Los destacados éxitos de los marxistas en Rifondazione Comunista en Italia y en el Partido Comunista Francés, son una prueba del cambio profundo que se está produciendo. En el pasado habría sido impensable tal giro en los acontecimientos. Eso demuestra la existencia de un descontento profundo en la base. El mismo descontento existe en todas las organizaciones de masas. Crecerá según se desarrolle la crisis y la política de la dirección quede desenmascarada en la práctica.
Es verdad que la conciencia tiende a ir por detrás de los acontecimientos, pero tarde o temprano ésta se dispara como un resorte. Ese es precisamente el significado de una revolución. Estamos llegando a ese punto crítico. En la sociedad se está desarrollando un sentimiento general anti-capitalista, no sólo en la clase obrera, sino también en la clase media. Personas que antes nunca habrían cuestionado el capitalismo ahora cada vez están más descontentas. Es una situación muy peligrosa para la clase dominante. Y la crisis sólo acaba de comenzar.
La ocupación de la fábrica Republic Windows and Doors en Chicago demuestra el potencial revolucionario que se está desarrollando en el mismo EEUU. Eran principalmente trabajadores latinos mal pagados. La fábrica tuvo que cerrar porque los bancos se negaban a conceder créditos y los empresarios no iban a pagar a los trabajadores los despidos. Eso desencadenó la ocupación. Los trabajadores dijeron: “No tenemos dinero para pagar nuestras hipotecas, ¡perderemos no sólo nuestros empleos sino también nuestras casas!” Así que ocuparon la empresa. Pero entonces se planteó la cuestión de la propiedad. Entre los trabajadores arraigó la idea: ¡estos bienes nos pertenecen! Así es cómo se transforma rápidamente la conciencia en el transcurso de la lucha.
En Bélgica colapsó el gigantesco banco Fortis, la empresa fue saqueada por los capitalistas franceses y holandeses. Fortis era considerado como el “banco del pueblo”. 700.000 personas tenían acciones en él. Pero las acciones colapsaron y perdieron el 90 por ciento de su valor. Este hecho provocó una oleada de rabia dirigida contra los bancos. En todas partes vemos la misma indignación contra los banqueros y los capitalistas, que están obligados a apoyarse en los dirigentes de la clase obrera para mantenerse en el poder.
En la crisis del capitalismo los dirigentes obreros parlamentarios se aferran a la clase dominante y los dirigentes sindicales a los líderes parlamentarios. En estos períodos la clase dominante prefiere en el gobierno a los dirigentes obreros reformistas. Su política es utilizarlos y desacreditarlos. Utilizarán a estos dirigentes para que hagan el trabajo sucio y después les echarán a un lado como un trapo sucio. Después dirán a las masas: “¡Veis lo que significa el socialismo!” De esta manera, se abre una contradicción entre la parte superior del movimiento, que gira a la derecha, en dirección a la colaboración de clases, y por otro lado la base, que gira a la izquierda buscando una solución radical y la acción combativa. Tarde o temprano esta contradicción interna se debe resolver. En el próximo período veremos todo tipo de crisis y escisiones en las organizaciones tradicionales de la clase obrera.
Se están abriendo grandes oportunidades para los maristas y la crisis social aún está en su etapa inicial. Según se desarrolle la crisis, la radicalización de la clase obrera alcanzará niveles no vistos en décadas. Ideas que eran escuchadas por pequeños grupos encontrarán una audiencia de masas. Se pondrán las bases para la creación de corrientes marxistas de masas en todas partes. En última instancia, esa es la única garantía de la futura transformación socialista de la sociedad.
Londres, 15 de diciembre de 2008.
http://www.marxist.com/crisis-capitalismo-mundial-acelera.htm
Tags: , ,

hay que adoctrinar a las elites para combatir el poder

Educare, ex ducere, desde rebelion.org
Por Santiago Alba Rico
Veamos en primer lugar lo que no es una crisis capitalista.
Educare, ex ducere, desde rebelion.org1. Que haya 950 millones de hambrientos en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
2. Que haya 4.750 millones de pobres en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
3. Que haya 1.000 millones de desempleados en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
4. Que más del 50% de la población mundial activa esté subempleada o trabaje en precario, eso no es una crisis capitalista.
5. Que el 45% de la población mundial no tenga acceso directo a agua potable, eso no es una crisis capitalista.
6. Que 3.000 millones de personas carezcan de acceso a servicios sanitarios mínimos, eso no es una crisis capitalista.
7. Que 113 millones de niños no tengan acceso a educación y 875 millones de adultos sigan siendo analfabetos, eso no es una crisis capitalista.
8. Que 12 millones de niños mueran todos los años a causa de enfermedades curables, eso no es una crisis capitalista.
9. Que 13 millones de personas mueran cada año en el mundo debido al deterioro del medio ambiente y al cambio climático, eso no es una crisis capitalista.
10. Que 16.306 especies están en peligro de extinción, entre ellas la cuarta parte de los mamíferos, no es una crisis capitalista.
Todo esto ocurría antes de la crisis.
¿Qué es, pues, una crisis capitalista?
¿Cuándo empieza una crisis capitalista?
Hablamos de crisis capitalista cuando matar de hambre a 950 millones de personas, mantener en la pobreza a 4700 millones, condenar al desempleo o la precariedad al 80% del planeta, dejar sin agua al 45%de la población mundial y al 50% sin servicios sanitarios, derretirlos polos, denegar auxilio a los niños y acabar con los árboles y lososos, ya no es suficientemente rentable para 1.000 empresas multinacionales y 2.500.000 de millonarios…
http://apoderate.blogspot.com
Tags: , , , ,

Kevin Ávila denuncia que autoridades universitarias evalúan su expulsión de la UCV


El secretario de asuntos nacionales de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), denunció este miércoles que las autoridades de esa casa de estudios evalúan su posible expulsión, hecho que a su juicio es ilegal y arbitrario.
Durante un contacto informativo transmitido por Venezolana de Televisión, expuso que cerca de la medianoche de este martes recibió el acta donde se anuncia que este miércoles discutirán la apertura de un expediente disciplinario en su contra.
A juicio de Ávila, esta es una medida de retaliación, producto de las grandes luchas enfrentadas, puesto que hace menos de un mes, integrantes de la FCU denunciaron las irregularidades en el pago de las becas estudiantiles y el indeseable funcionamiento del comedor, producto de la mala gestión de las autoridades de la universidad.
“Sencillamente, es la rectora Celicia García quien pasa factura al movimiento revolucionario que ha evidenciado en forma constante las irregularidades montadas por esos grupos fascistas que hoy tienen controlada la universidad”, enfatizó.
Ávila explicó que las autoridades están atribuyendo culpabilidad al movimiento revolucionario por una situación ocurrida el pasado 9 de mayo en el auditorio de la facultad de Farmacia. En esa oportunidad, unos 9 estudiantes del movimiento revolucionario fueron agredidos por un numeroso grupo de universitarios que colmaban el auditorio.
Argumentó el líder estudiantil que la medida que pretenden tomar reviste ilegalidad, puesto que, además del cargo en la Federación, es Consejero de Escuela. Según Ávila, en esas condiciones necesitarían otras medidas legales para expulsarlo, las mismas que incluyen incluso un consejo nacional de universidades.
“Sabemos de qué clase de autoridades estamos hablando, y ellos son capaces de pasar por encima de cualquier trámite legal”, expresó.
Finalmente, Ávila envió un mensaje de confianza a las y los estudiantes, a quienes animó a “seguir luchando ante los grandes problemas que tienen la Universidad, para que esos grupos fascistas que hoy tienen controlada la universidad, no pasen por encima de la voluntad de la mayoría de los estudiantes

EEUU sabe matar, pero con uranio mata mejor

“Para proteger a los civiles”, el presidente Obama derramó cantidades desconocidas del letal Uranio Empobrecido” (UE) en áreas densamente pobladas de Libia, según la historia periodística N° 25 más ocultada por los grandes medios de EEUU, de acuerdo al informe anual 2012 de Proyecto Censurado. La  guerra no declarada de Obama, y desautorizada por el Congreso, podría configurar el crimen de diseminar sobre la población libia el tóxico polvillo oxidado que desprenden los revestimientos de uranio empobrecido de los proyectiles de artillería pesada. Esta preocupación fue manifestada por grupos como la Coalición Internacional para Prohibir Armas de Uranio, que monitorea su uso militar como cáscara de munición anti-tanque y proyectiles penetrantes capaces de atravesar gruesas paredes subterráneas.
Hasta fines de marzo 2011, EEUU no introdujo en Libia sus aviones A-10 Thunderbolts, probablemente porque esos aparatos subsónicos de ala recta y pesadamente acorazados son vulnerables a los misiles antiaéreos disparados desde el hombro que las fuerzas libias poseían en abundancia. Sin embargo, una vez que el bombardeo sistemático mejoró el control aéreo de la OTAN, es probable que esos aviones especializados en ataques terrestres hayan sido añadidos a las fuerzas atacantes. El A-10 tiene un cañón automático particularmente grande que dispara un calibre también inusualmente enorme, de 30 milímetros. Estos proyectiles a menudo cargan uranio sólido.
Los aviones A - 10 fueron muy empleados en el conflicto balcánico , pero las nuevas autoridades de Kosovo quedaron consternadas cuando se dieron cuenta que en su territorio fueron esparcidas unas 11 toneladas de uranio emñobrecido como revestimiento de proyectiles que dejaron su estela de peligroso polvillo radiactivo .
Los jets de fabricación británica Harrier, usados por las fuerzas aéreo-navales inglesas y también por pilotos de la marina de EEUU, a menudo se equipan con cañones diseñados para proyectiles de 20 mm con cáscara de UE.
Los militares de EEUU están encariñados con los proyectiles fabricados con los restos del uranio que ya ha sido despojado del fisionable U-235, porque este “uranio empobrecido” es un material extremadamente pesado que, aleado con otros materiales, también es extraordinariamente duro. Debido al peso atómico de su masa, los proyectiles de “uranio empobrecido” pueden penetrar incluso los blindajes más duros y pesados.
La alta temperatura provocada por la colisión del proyectil hace estallar en llamas el uranio, en una explosión altamente tóxica y generadora de calor extremo, que causa un infierno adentro del tanque o el vehículo-blanco, cuyos tripulantes resultan incinerados. El problema es que el óxido de uranio resultante de tales explosiones, además de ser altamente tóxico, es también un emisor alfa microscópico, que si es inhalado o ingerido por seres humanos es extremadamente carcinógeno y mutágeno.
Dave Lindorff preguntó –el 23 de marzo de 2011- en www.ThisCantBeHappening.net (“Esto Puede Estar Ocurriendo”) ¿La intervención tóxica de las fuerzas de la OTAN envenena Libia con uranio empobrecido para “proteger” a los civiles? El uranio empobrecido incluso ha enfermado a soldados de EEUU que lo han manipulado en las últimas guerras, como en Kuwait, Kosovo, Irak y Afganistán, y también ha provocado terribles malformaciones genéticas en los descendientes de muchos militares estadounidenses.

Ironía trágica
Las trazas de polvo de uranio también podrían haber afectado a los “rebeldes” apoyados por la OTAN. Las imágenes captadas a horas tempranas del asalto dirigido por EEUU contra las fuerzas del coronel Muammar Gaddafy, mostraron a triunfantes civiles libios y rebeldes celebrando alrededor de armatostes ardientes y humeantes que antes fueron tanques y vehículos blindados de transporte de personal del ejército libio destruidos por la artillería aérea estadounidense y franco-británica. Esas personas, a quienes las imágenes muestran tan alegres ante el resultado de los bombazos franco-británico-estadounidenses, bien podrían haber inhalado cantidades desconocidas del mortal polvo de las armas de uranio preferidas por las fuerzas militares occidentales para la guerra antitanques.
Sería una ironía trágica para los rebeldes de Libia, si la ayuda militar que pidieron a EEUU y a los demás países de la OTAN, terminara contaminándolos con el mismo polvillo de uranio empobrecido que cambió el destino a mucha gente de la sufrida población de Kuwait, Iraq, Afganistán y Kosovo.
Ciudades de Iraq donde fueron muy usadas las armas de UE, por ejemplo Basra, Samara, Bagdad, Mosul -y especialmente Faluya, que fue virtualmente arrasada en un asalto de la marina en noviembre de 2004-, muestran hoy muchísimos casos de defectos y deformaciones de nacimiento, así como tasas inusualmente altas de leucemia, que los médicos especialistas identifican como emblemáticas de los efectos de la radiación fetal por UE.
Un estudio supervisado por la Universidad de Michigan, publicado en diciembre de 2010, mostró que de 547 nacimientos en el Hospital General de Faluya el 15% de bebés presentaba defectos de nacimiento -una tasa más de cinco veces más alta que la media global de 2 a 3%. El estudio fue hecho en mayo de 2010, seis años después del asalto frontal de EEUU sobre esa ciudad de 300.000 habitantes, en que se utilizaron armas UE, según se ha informado profusamente.

Fotos
● Rebeldes libios que celebraron junto a humeantes vehículos militares de las fuerzas de Gadafi pudieron inhalar óxidos tóxicos de uranio empobrecido.
● Cáscara de uranio empobrecido de un proyectil de cañón de 30 mm (10 cms o 4 pulgadas de largo), similar a los utilizados en los aviones de ataque estadounidenses A-10.
● Bebé irakí radiado por UE.
● Hijo de militar de EEUU expuesto al UE.

*) La primera parte que alude esta historia fue publicada en castellano en noviembre 2004 –originalmente en Argenpress.info– dando a conocer el uso del UE en Irak y Afganistán, cuyos efectos en la población civil y en las propias tropas de ocupación estadounidenses fue revelado por primera vez en Proyecto Censurado. Aquella nota (“Estados Unidos sabe matar, pero mata mejor con bombas de uranio: La guerra del uranio, la guerra ignorada”) todavía puede verse en http://www.voltairenet.org/Estados-Unidos-sabe-matar-pero. Y también el informe original en inglés difundido en 2004, en el sitio web del Proyecto Censurado:
http://www.projectcensored.org/top-stories/articles/4-high-uranium-levels-found-in-troops-and-civilians/

**Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno

Fuentes:
● “Toxic Intervention: Are NATO Forces Poisoning Libya with Depleted Uranium as They ‘Protect’ Civilians?” Dave Lindorff, This Can’t Be Happening, March 23, 2011. http://www.thiscantbehappening.net/node/530
● Proyecto Censurado:
http://www.mediafreedominternational.org/2011/04/12/are-us-forces-using-depleted-uranium-in-libya/
● Student Researcher: Nathasha Terry-Ulett, Florida Atlantic University
● Faculty Advisor: James Tracy, Florida Atlantic University
Fuente original: Mapocho Press

Recogiendo los pedazos

Yemen
Hace ya una semana desde que el enviado de la ONU llegó al Yemen para tratar de poner fin a la larga crisis política de diez meses de duración. En la primera semana de su actual ronda, la sexta, Yamal Bin Omar ha conseguido bien poco aunque sigue optimista y decidido a lograr algún avance antes de regresar para informar de su misión al Consejo de Seguridad el 21 de noviembre.
El pasado martes, Bin Omar discutió con el presidente Ali Abdullah Saleh en el palacio presidencial, en Sanaa, los pasos a dar para que su traspaso del poder, según el acuerdo alcanzado en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) auspiciado por sus seis naciones, con los saudíes al frente, y que recibió apoyos regionales e internacionales.
En el encuentro, Saleh dijo que se ha comprometido con el CCG y con la Resolución 2014 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que insta a las partes en conflicto a que cumplan el acuerdo alcanzado en el CCG. La solución política incluye elecciones presidenciales anticipadas en las que la oposición y el partido gobernante tendrán que ponerse de acuerdo para elegir un candidato. Este candidato sería probablemente el actual vicepresidente, Abdu Rabu Mansour Hadi.
Sin embargo, los líderes de los partidos islamistas de la oposición seguían aún el martes fuera del Yemen a pesar de los repetidos llamamientos que Bin Omar, EEUU y los embajadores de la UE han hecho para que regresen.
Bin Omar dijo que la comunidad internacional iba a condenar a cualquiera de las partes que no pusiera fin a la violencia y a la violación de los derechos humanos. Lamentó que las partes en conflicto prosiguieran los enfrentamientos que tanto sufrimiento han causado a los civiles.
El presidente Saleh dijo que está dispuesto a dimitir dentro de un plazo máximo de 90 días si su vicepresidente ponía en marcha el mecanismo programado para que se aplique el acuerdo alcanzado en el CCG. “No estoy aferrado al poder. Quien se aferre al poder está loco”, dijo Saleh el lunes en unas declaraciones televisadas.
Saleh dijo que si no se llegaba a un acuerdo sobre cómo y cuando poner en marcha el acuerdo del CCG, los yemeníes se precipitarían en una guerra civil general.
Desde que el enviado de la ONU llegó la pasada semana, ha tenido que enfrentarse a dos cuestiones importantes y polémicas.
El partido gobernante quería que la iniciativa del CCG y su mecanismo de aplicación se firmaran al mismo tiempo, mientras que la oposición quería que el presidente Saleh o el vicepresidente firmaran primero el acuerdo, que los dirigentes de la oposición regresaran al Yemen para ultimar los detalles del mecanismo de aplicación y, posteriormente, este se firmara en Riad.
El secretario general del Partido Socialista, Yasin Said Noman, el secretario general del Partido Islámico, Abdel Wahab al-Ansi, y el presidente del Consejo Nacional, Mohammed Ba Sundwa, llevan desde mediados de octubre movilizando apoyos fuera del Yemen y no están dispuestos a volver al país hasta que se firme el acuerdo, a pesar de todos los llamamientos estadounidenses y europeos para que lo hagan.
El partido gobernante quiere también garantías de la oposición o de la comunidad internacional para que se ponga fin a las protestas tan pronto se forme el gobierno nacional, según se recoge en el mecanismo de aplicación del acuerdo alcanzado en el CCG.
Pero la oposición sigue diciendo que sus manifestantes tienen derecho a manifestarse y a organizar sentadas con independencia de cualquier acuerdo entre las partes.
Además, hay tres grupos que rechazan absolutamente el acuerdo del CCG como solución de la crisis yemení: En el sur, el grupo del movimiento separatista rechaza ese acuerdo y lo describe como un asunto del norte que no tiene nada que ver con ellos.
En el norte, los rebeldes chiíes del grupo Al-Houthi rechazan también el acuerdo del CCG porque creen que les excluye y refuerza su persecución por los grupos sunníes. Piensan que el acuerdo del CCG favorece a los adversarios históricos del grupo chií de Al-Houthi, integrados en el partido islamista sunní Islah y el general rebelde Ali Mohsen, muy próximo a Islah y que ha dirigido seis guerras contra Al-Houthi. Este grupo es el segundo más influyente tras Islah, que está al frente de la principal coalición de la oposición en el Yemen, formada por islamistas, socialistas y nasseristas.
Desde el mes de marzo hasta ahora, cientos de personas resultaron heridas y asesinadas en las feroces batallas entre Islah y Al-Houthi en las provincias de Al-Jawf, Saada y Hajja. A causa de los actuales disturbios, cada grupo quiere controlar al máximo esas provincias en ausencia del gobierno central.
El lunes murieron diez personas de ambas partes después de que combatientes de Al-Houthi arrestaran y mataran a un suicida-bomba, supuestamente perteneciente al Islah, que intentó volarse a sí mismo en medio de un grupo numeroso de seguidores de Al-Houthi que estaban celebrando su día sagrado anual de Al-Ghafir en el área de Matun, en la provincia de Jawf, al noreste del Yemen.
El tercer grupo que rechaza el acuerdo del CCG es Al-Qaida. Este grupo terrorista rechaza tanto al gobierno como a la oposición y les describe como “agentes de los estadounidenses, enemigos de los musulmanes y del Islam”. En las zonas bajo su control, en el sur del país, han establecido una especie de emiratos islámicos de estilo talibán, donde Al-Qaida azota, corta manos y ejecuta a cualquiera que viole lo que ellos llaman la ley de la Sharia.
Fuente:
http://weekly.ahram.org.eg/2011/1072/re8.htm

viernes, 18 de noviembre de 2011

La violación de los derechos humanos tendrá una Ley.


Los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela durante la IV República tendrán ahora una Ley que intentará administrar justicia en términos de investigar y condenar a los responsables de torturas y asesinatos a venezolanos y venezolanas de acuerdo al estado de derecho y a los tratados internacionales sobre la defensa de los derechos humanos firmados por la República.

Desde que el Parlamento Venezolano designó una Comisión especial para Investigar los crímenes, torturas y desapariciones durante las décadas de los años 60, 70 y 80, constituida el 14 de Julio de 2005, conjuntamente con el Ministerio Público se han producido algunos actos conclusivos sobre los casos puntuales como las masacres de El Amparo, Yumare y Cantaura,

Esa investigación tuvo como resultado un informe final que fue presentado a la Directiva de la Asamblea Nacional el año 2008, para que iniciara el debate acerca de esos hechos que involucra a los gobiernos de Acción Democrática y Copei, no obstante no se dio el debate sin embargo se inicio un proceso de elaboración de proyectos de ley que penalicen los crímenes de lesa humanidad y el terrorismo de estado de la IV República.

El entonces Vicepresidente Ejecutivo de la República, José Vicente Rangel fue uno de los abanderados para impulsar las investigaciones relativas a la violación de derechos humanos durante las mencionadas décadas, así lo testimonia un discurso pronunciado en el Hemiciclo Protocolar del Palacio Federal Legislativo en 2005 cuando indicaba que “el Estado venezolano está en mora con los familiares de los torturados, asesinados y desaparecidos durante los gobiernos de la Cuarta República, necesitamos abrir los archivos de inteligencia de los cuerpos policiales durante los años 60, 70 y 80 para hacer que los responsables de estos delitos respondan por sus actuaciones”

Desde entonces y hasta ahora se han multiplicado los testimonios de torturas y han aparecido nuevas evidencias en miles de casos de violaciones a los derechos humanos en la Cuarta República, igualmente se han hecho anteproyectos para que el Estado lleve adelante los procedimientos legales y la consumación de la mencionada demanda social y política.

Anteproyecto de ley contra el silencio y el olvido
En Noviembre de 2008 fue presentada ante la Comisión Permanente de Política Interior de el Asamblea Nacional el anteproyecto de Ley contra el silencio y el olvido de las victimas de la represión en el año 1959 y las décadas de los años 60, 70, 80 y 90, la cual fue recibido y corregida el 14 de noviembre de 2010.

El mencionado proyecto fue una propuesta de la Fundación de Navío Manuel Ponte Rodríguez la Asociación Bolivariana contra el Silencio y el Olvido (ABCONSOL) y la organización de Derechos Humanos de Venezuela (DEHUVE) y contiene en sus objetivos “establecer la verdad de todos los hechos acontecidos en el año 1959 y las décadas de los 60, 70, 80 y 90, la justicia, la memoria y reparación e indemnización a las victimas de la represión del estado Venezolano…por las graves violaciones a los derechos humanos que por motivos políticos se produjo contra quienes perseguían el rescate de la democracia, la justicia social y el verdadero pluralismo político”.

Así el 6 de febrero de 2011 el presidente de la Asamblea Nacional Fernando Soto Rojas se reunió con un grupo de familiares y victimas de la represión de los 60,70, 80 y 90 para concretar la formación de una Comisión que apoye la continuación de las investigaciones en los casos de violaciones de los derechos humanos en los años citados. De esta manera fue incluida en la agenda de debates parlamentarios de 2011 la discusión de los proyectos que aborden el tema.
Aldemaro Barrios


 

Los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela durante la IV República tendrán ahora una Ley que intentará administrar justicia en términos de investigar y condenar a los responsables de torturas y asesinatos a venezolanos y venezolanas de acuerdo al estado de derecho y a los tratados internacionales sobre la defensa de los derechos humanos firmados por la República.

Desde que el Parlamento Venezolano designó una Comisión especial para Investigar los crímenes, torturas y desapariciones durante las décadas de los años 60, 70 y 80, constituida el 14 de Julio de 2005, conjuntamente con el Ministerio Público se han producido algunos actos conclusivos sobre los casos puntuales como las masacres de El Amparo, Yumare y Cantaura,

Esa investigación tuvo como resultado un informe final que fue presentado a la Directiva de la Asamblea Nacional el año 2008, para que iniciara el debate acerca de esos hechos que involucra a los gobiernos de Acción Democrática y Copei, no obstante no se dio el debate sin embargo se inicio un proceso de elaboración de proyectos de ley que penalicen los crímenes de lesa humanidad y el terrorismo de estado de la IV República.

El entonces Vicepresidente Ejecutivo de la República, José Vicente Rangel fue uno de los abanderados para impulsar las investigaciones relativas a la violación de derechos humanos durante las mencionadas décadas, así lo testimonia un discurso pronunciado en el Hemiciclo Protocolar del Palacio Federal Legislativo en 2005 cuando indicaba que “el Estado venezolano está en mora con los familiares de los torturados, asesinados y desaparecidos durante los gobiernos de la Cuarta República, necesitamos abrir los archivos de inteligencia de los cuerpos policiales durante los años 60, 70 y 80 para hacer que los responsables de estos delitos respondan por sus actuaciones”

Desde entonces y hasta ahora se han multiplicado los testimonios de torturas y han aparecido nuevas evidencias en miles de casos de violaciones a los derechos humanos en la Cuarta República, igualmente se han hecho anteproyectos para que el Estado lleve adelante los procedimientos legales y la consumación de la mencionada demanda social y política.

Anteproyecto de ley contra el silencio y el olvido
En Noviembre de 2008 fue presentada ante la Comisión Permanente de Política Interior de el Asamblea Nacional el anteproyecto de Ley contra el silencio y el olvido de las victimas de la represión en el año 1959 y las décadas de los años 60, 70, 80 y 90, la cual fue recibido y corregida el 14 de noviembre de 2010.

El mencionado proyecto fue una propuesta de la Fundación de Navío Manuel Ponte Rodríguez la Asociación Bolivariana contra el Silencio y el Olvido (ABCONSOL) y la organización de Derechos Humanos de Venezuela (DEHUVE) y contiene en sus objetivos “establecer la verdad de todos los hechos acontecidos en el año 1959 y las décadas de los 60, 70, 80 y 90, la justicia, la memoria y reparación e indemnización a las victimas de la represión del estado Venezolano…por las graves violaciones a los derechos humanos que por motivos políticos se produjo contra quienes perseguían el rescate de la democracia, la justicia social y el verdadero pluralismo político”.

Así el 6 de febrero de 2011 el presidente de la Asamblea Nacional Fernando Soto Rojas se reunió con un grupo de familiares y victimas de la represión de los 60,70, 80 y 90 para concretar la formación de una Comisión que apoye la continuación de las investigaciones en los casos de violaciones de los derechos humanos en los años citados. De esta manera fue incluida en la agenda de debates parlamentarios de 2011 la discusión de los proyectos que aborden el tema.
Aldemaro Barrios


 

Los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela durante la IV República tendrán ahora una Ley que intentará administrar justicia en términos de investigar y condenar a los responsables de torturas y asesinatos a venezolanos y venezolanas de acuerdo al estado de derecho y a los tratados internacionales sobre la defensa de los derechos humanos firmados por la República.

Desde que el Parlamento Venezolano designó una Comisión especial para Investigar los crímenes, torturas y desapariciones durante las décadas de los años 60, 70 y 80, constituida el 14 de Julio de 2005, conjuntamente con el Ministerio Público se han producido algunos actos conclusivos sobre los casos puntuales como las masacres de El Amparo, Yumare y Cantaura,

Esa investigación tuvo como resultado un informe final que fue presentado a la Directiva de la Asamblea Nacional el año 2008, para que iniciara el debate acerca de esos hechos que involucra a los gobiernos de Acción Democrática y Copei, no obstante no se dio el debate sin embargo se inicio un proceso de elaboración de proyectos de ley que penalicen los crímenes de lesa humanidad y el terrorismo de estado de la IV República.

El entonces Vicepresidente Ejecutivo de la República, José Vicente Rangel fue uno de los abanderados para impulsar las investigaciones relativas a la violación de derechos humanos durante las mencionadas décadas, así lo testimonia un discurso pronunciado en el Hemiciclo Protocolar del Palacio Federal Legislativo en 2005 cuando indicaba que “el Estado venezolano está en mora con los familiares de los torturados, asesinados y desaparecidos durante los gobiernos de la Cuarta República, necesitamos abrir los archivos de inteligencia de los cuerpos policiales durante los años 60, 70 y 80 para hacer que los responsables de estos delitos respondan por sus actuaciones”

Desde entonces y hasta ahora se han multiplicado los testimonios de torturas y han aparecido nuevas evidencias en miles de casos de violaciones a los derechos humanos en la Cuarta República, igualmente se han hecho anteproyectos para que el Estado lleve adelante los procedimientos legales y la consumación de la mencionada demanda social y política.

Anteproyecto de ley contra el silencio y el olvido
En Noviembre de 2008 fue presentada ante la Comisión Permanente de Política Interior de el Asamblea Nacional el anteproyecto de Ley contra el silencio y el olvido de las victimas de la represión en el año 1959 y las décadas de los años 60, 70, 80 y 90, la cual fue recibido y corregida el 14 de noviembre de 2010.

El mencionado proyecto fue una propuesta de la Fundación de Navío Manuel Ponte Rodríguez la Asociación Bolivariana contra el Silencio y el Olvido (ABCONSOL) y la organización de Derechos Humanos de Venezuela (DEHUVE) y contiene en sus objetivos “establecer la verdad de todos los hechos acontecidos en el año 1959 y las décadas de los 60, 70, 80 y 90, la justicia, la memoria y reparación e indemnización a las victimas de la represión del estado Venezolano…por las graves violaciones a los derechos humanos que por motivos políticos se produjo contra quienes perseguían el rescate de la democracia, la justicia social y el verdadero pluralismo político”.

Así el 6 de febrero de 2011 el presidente de la Asamblea Nacional Fernando Soto Rojas se reunió con un grupo de familiares y victimas de la represión de los 60,70, 80 y 90 para concretar la formación de una Comisión que apoye la continuación de las investigaciones en los casos de violaciones de los derechos humanos en los años citados. De esta manera fue incluida en la agenda de debates parlamentarios de 2011 la discusión de los proyectos que aborden el tema.
Aldemaro Barrios