solo les dedico tiempo a los buhoneros cuando dijo que no ganaba con votos de los buhoneros
Ciudadanos se preguntan: ¿Qué pasó con la fiesta del asfalto?
- Las 50 mil toneladas de asfalto prometidas por el alcalde Pedro Bastidas quedaron en veremos, pues las principales calles y avenidas lucen enormes huecos
Ai-ling Sánchez
Fotos: Francisco Lara
NOTIVECINOS
Circular por las calles de Maracay se ha convertido en una verdadera tortura para los conductores, quienes no sólo deben lidiar con semáforos dañados, infractores, limpiadores de parabrisas, sino que también deben tener ojo avizor para esquivar las grandes y profundas troneras que “adornan” la ciudad.
Más de uno ha tenido que reparar el tren delantero de su vehículo luego de caer en alguno de estos huecos, que en su mayoría ya cumplieron un año sin que autoridad municipal se preocupe por brindarle a los ciudadanos calles dignas en un estado que cuenta desde hace casi un año con una fábrica de asfalto, que -según se anunció en su inauguración-, para 2013 se colocarían 50 mil toneladas en el municipio Girardot para “mejorar la vialidad en todo el estado”.
Lo cierto es que, casi un año después, nada ha cambiado, la vialidad sigue en deterioro, dañando vehículos y poniendo en peligro la vida de conductores y motorizados quienes al circular en horas de la noche difícilmente puedan advertir el hundimiento de la calzada.
La situación se pone más tensa cuando llueve, pues los huecos se llenan de agua y se vuelve casi imposible verlos, por lo que la recomendación es manejar con mucha precaución, no se vaya a convertir en víctima de la desidia gubernamental.
Boyacá intransitable
Una de las calles de gran afluencia vehicular que está en pésimo estado y dice mucho de la gestión del alcalde Pedro Bastidas, es la Boyacá. Por allí diariamente circula un número importante de ciudadanos y comerciantes, quienes aseguran que a esta importante arteria vial no ha llegado ni una gota de las 900 toneladas de asfalto que produciría la fábrica inaugurada en el municipio Girardot con bombos y platillos.
Es importante señalar que durante el lanzamiento de esta fábrica el alcalde Pedro Bastidas aseguró que ejecutaría un plan permanente de mantenimiento y recuperación vial sostenible, que incluía, eliminación de huecos e infraestructura.
Pero, lamentablemente, calles como la Boyacá están intransitables y son un verdadero dolor de cabeza para los conductores y comerciantes que deben lidiar sus horas de trabajo con mucho polvo y aguas putrefactas que corren por toda calle, desde el Bulevar Pérez Almarza hasta más allá de la calle 5 de Julio.
Sobre este tema, Cecilia Zurita manifestó: “es desastroso el estado de las calles de Maracay, especialmente ésta (Boyacá). Aquí agarra un gobernador y después otro y dejan todo igualito y no hay quién le ponga mano dura a todos estos funcionarios corruptos. Y los comerciantes chinos también tienen su cuota de responsabilidad que deberían mantener limpio el frente de sus negocios y el que no lo haga que sea multado, pero aquí no hay ley”, dijo.
Por su parte, Marelbis Garcés sostiene que los huecos de la calle Boyacá tienen tiempo ahí “y cada vez se abren más pero a nadie le importa por lo visto porque ni los comerciantes colaboran para mejorar esto”.
Olivos Viejos y Nuevos en pésimas condiciones
El mismo dolor de cabeza lo tienen los habitantes y comerciantes de la calle Sucre, luego que Hidrocentro comenzara la sustitución de tubería de aguas servidas y dejara la obra inconclusa, dejando a su paso destrucción, montañas de escombros y el bloqueo del paso vehicular por tres calles.
Oscar Arteaga señaló que el primer destrozo de la calle sucedió cuando se instaló la tubería para llevar gas directo a los vecinos. Ahora, están viviendo en carne propia las consecuencias de la desidia, cuando otra institución gubernamental deja una obra inconclusa desde hace más de seis meses.
Edgar Ávila, comerciante del sector asegura que han sido afectados en todas las formas pues la cantidad de tierra mantiene a los vecinos con afecciones respiratorias. Además, hay tres calles clausuradas porque la contratista no concluyó la obra y dejó la tubería en plena calle con un montón de escombros, lo que ha obligado a algunos comerciantes a bajar sus santamarías porque si no hay paso vehicular tampoco clientes. Además, en las noches “esto parece una boca e’ lobo”, lo que ha incrementado la acción delictiva en el sector dijo.
Hace pocas semanas los habitante de la zona salieron a protestar pero hasta ahora, la respuesta de las autoridades municipales y regionales ha sido nula. Los afectados hicieron un nuevo llamado al alcalde Pedro Bastidas para que ofrezca una solución definitiva, pues no están dispuestos a seguir viviendo bajo estas condiciones.
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