Terrofagia y latifundio en El Hatillo, atentan contra los derechos humanos de habitantes que han vivido allí por generaciones
Agosto 16 de 2011.- Hace más de veinte años que la familia León ha venido sufriendo el acoso por parte de Rafael y Héctor Viso, quienes dicen ser los verdaderos dueños de las tierras donde Vianney León tenía su casa, en el sector del Cují, en Corralito, Municipio El Hatillo, pero el pasado martes 19 de julio, Vianney no pudo creer lo que le habían hecho a su casa, la cual había construido con el adobe que sus manos crearon: sus pertenencias fueron saqueadas, entre ellas, un telar y una colección de tres mil libros de un amigo, que hacía una investigación histórica del Hatillo, así mismo, sus animales envenenados, entre ellos su gato y sus gallinas. La familia León ha sido otra víctima de los Viso, quienes presuntamente son testaferros de Manuel Hannsi, propietario de varios establecimiento en el casco histórico del Hatillo y quienes han desalojado a más de 16 familias con las mismas prácticas próximas al paramilitarismo
Los León son una familia tradicional del Hatillo, llevan más de seis generaciones viviendo en la zona, y son muy conocidos en la comunidad. Las hermanas León, no saben de dónde salieron estos señores y cómo obtuvieron estos papeles de propiedad, que dicen los acredita para sacar a todos los habitantes y campesinos que llevan generaciones en la zona, zona que se supone pertenece al estado por ser áreas protectoras de Caracas. En un recorrido que hicimos, pudimos ver la cantidad de lomas que han sido desforestadas, así como observamos la cantidad de enormes condominios y complejos habitacionales que no se puede imaginar uno el valor de cada inmueble. Por cientos de años, los campesinos de la zona, han sabido convivir y conservar la biodiversidad de la zona y ahora son desalojados a la fuerza, sin ninguna protección y a quienes se les han violado todos sus derechos.
La familia León, junto a otras familias que temen denunciar por temor a perder sus vidas, claman porque se haga justicia y les sean reivindicados sus derechos así como la recuperación de los daños ocasionados, tanto en el plano físico como psicológico.
Agosto 16 de 2011.- Hace más de veinte años que la familia León ha venido sufriendo el acoso por parte de Rafael y Héctor Viso, quienes dicen ser los verdaderos dueños de las tierras donde Vianney León tenía su casa, en el sector del Cují, en Corralito, Municipio El Hatillo, pero el pasado martes 19 de julio, Vianney no pudo creer lo que le habían hecho a su casa, la cual había construido con el adobe que sus manos crearon: sus pertenencias fueron saqueadas, entre ellas, un telar y una colección de tres mil libros de un amigo, que hacía una investigación histórica del Hatillo, así mismo, sus animales envenenados, entre ellos su gato y sus gallinas. La familia León ha sido otra víctima de los Viso, quienes presuntamente son testaferros de Manuel Hannsi, propietario de varios establecimiento en el casco histórico del Hatillo y quienes han desalojado a más de 16 familias con las mismas prácticas próximas al paramilitarismo
Los León son una familia tradicional del Hatillo, llevan más de seis generaciones viviendo en la zona, y son muy conocidos en la comunidad. Las hermanas León, no saben de dónde salieron estos señores y cómo obtuvieron estos papeles de propiedad, que dicen los acredita para sacar a todos los habitantes y campesinos que llevan generaciones en la zona, zona que se supone pertenece al estado por ser áreas protectoras de Caracas. En un recorrido que hicimos, pudimos ver la cantidad de lomas que han sido desforestadas, así como observamos la cantidad de enormes condominios y complejos habitacionales que no se puede imaginar uno el valor de cada inmueble. Por cientos de años, los campesinos de la zona, han sabido convivir y conservar la biodiversidad de la zona y ahora son desalojados a la fuerza, sin ninguna protección y a quienes se les han violado todos sus derechos.
La familia León, junto a otras familias que temen denunciar por temor a perder sus vidas, claman porque se haga justicia y les sean reivindicados sus derechos así como la recuperación de los daños ocasionados, tanto en el plano físico como psicológico.
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