Muchos recuerdos y muchas reflexiones se agolpan en nuestras mentes Había un historial de luchas populares en los estudiantes y trabajadores de la Facultad de Agronomía. Aquí hacíamos vida el gentilicio Venezolano: centrales, orientales, llaneros, andinos, guaros y hasta marabinos. La diversidad política también: Los Troskistas y la OUA, celepecos y banderas, comunistas y masistas y ecologistas y NiNi. Nunca dejamos de enfrentar a los Adecos y copeyanos.
Para los doscientos estudiantes que aquel 19 de Septiembre de 1984 a las 8:56 am, nos fuimos en los cuatro autobuses desde la Facultad de Agronomía en Maracay hasta la Sesión que el Consejo Universitario en Caracas, donde las autoridades tenían en agenda aumentar el precio del comedor(un bolívar pagamos por desayuno, dos por almuerzo, y dos bolívares por la cena) ,cobrar por el transporte universitario y solicitábamos mayor numero de becas estudiantiles; en general, la defensa y acceso a la Universidad gratuita para las clase populares fue punto de honor , amor y lucha. Salimos decididos firmes y con la alegría propia de nuestra edad. El Decano adeco Pedro Vega, argumentando que habíamos “secuestrado” los autobuses. Situación que era una conquista de nuestra lucha: Los autobuses en protestas los manejaban los estudiantes, informa al “rector asesino” Edmundo Chirinos (aquel de la ”generación boba” y del “me equivoque”)de nuestra salida a Caracas. Este se comunica con el Ministro de Relaciones Interiores Octavio Lepage, el cual da instrucciones al teniente coronel de la Guardia Nacional José Vizcuña para que impida a “como de lugar” el paso de cuatro autobuses de la UCV que vienen de Maracay.
Recuerden era el gobierno adeco de Jaime Lusinchi, representante del puntofijismo y de la represión adeco –copeyano. La masacre de Tazón. No es un hecho aislado ni antes ni después. Históricamente se ubica dentro de la política represiva del sistema cuartorepublicano: el 04 de Octubre de 1982 asesinan en Cantaura a 23 revolucionarios, el 08 de Mayo de 1986 asesinan en Yumare a 9 revolucionarios, el 29 de Octubre de 1988 masacran a 14 pescadores en Caño La Colorada en El Amparo y el 27 y 28 de febrero de 1989 el levantamiento popular conocido como “El Caracazo”. Estamos ante la política represiva de Posada Carriles, Henry López Sisco, Remberto Uzcategui entre otros. Los gobiernos de Herrera, Lusinchi y Carlos Pérez. Cuyos modelos populistas poco a poco se vienen agotando.Y una economía en franco deterioro y acorralada por el Fondo Monetario Internacional. Lo que llevaba a intensificar la represión para evitar el avance de las luchas populares, estudiantiles, vecinales y sindicales.
Así llegamos al peaje Hoyo de la Puerta en Tazón. Se nos dice “por ordenes superiores, no pueden pasar” Nos reunimos todos, analizamos la situación: los derechos constitucionales ( “la moribunda” del 1961) de libre transito y la asamblea toma la decisión por la importancia de la sesión en el Consejo Universitario, por el carácter pacifico, y no habiendo ninguna razón para detenernos, de continuar hasta la U.C.V. Caracas. Un pelotón de guardias nacionales con armas de Guerra (FAL) por cada lado de la vía, apuntan y disparan directamente a los autobuses donde nos trasladábamos. Tenemos las fotografías de los impactos de bala en los autobuses. Un acto criminal sin precedente por la infamia y lugar público donde se desarrolló. El traslado de heridos nos mostro el otro rostro de la represión planificada: escuadrones de hombres civiles (DISIP) con fusiles apuntando a todo vehículo que pasaba a Caracas. Ropas ensangrentadas eran nuestras banderas, anunciando que trasladábamos heridos. Me trasladé en un viejo Volkswagen con cuatro compañeras heridas hasta el hospital Universitario.
En el hospital Universitaria de la UCV, y ya entrada la tarde, la represión continua, se persigue a los heridos y a sus acompañantes para desaparecer los informes médicos, placas y evidencias de la masacre. Solo la valentía de aquellos compañeros, de sus acompañantes, de los médicos y pasantes que nos protegieron se salvó las evidencias.
Nuestros compañeros heridos de gravedad (35 estudiantes) quienes milagrosamente salvaron su vida junto a los demás luchadores estudiantiles que nos trasladamos ese 19 de septiembre de 1984 a Caracas quedaríamos marcados para siempre física y mental y por un estado represor, que si bien nos mostro su verdadera y peor cara, disparar con armas de guerra a un grupo de desarmados estudiantes que reclamaban sus derechos, Jamás calló el reclamo por una sociedad justa que continuamos reclamando con mas fuerza desde esos días. Toda una campaña de represión a nivel nacional desató el gobierno de Jaime Lusinchi y Octavio Lepage. Un movimiento estudiantil y trabajador levantado en todo el país protestó levantando las banderas de solidaridad, castigo a los asesinos y libertad. Es así como asesinan en las Tres Gracias de la UCV al luchador universitario Douglas Armado Blanco.
Se generó, desde ésta fecha , formas organizativas de trabajo, un aporte a la lucha del pueblo y sus estudiantes, es así como el 3 de Noviembre de 1984 en nuestra Facultad se cristaliza el I Encuentro Nacional de Dirigentes Estudiantiles y en Mérida el 29 de mayo de 1985 el primer Congreso Nacional de Estudiantes.
El cambio en nuestras vidas a partir de es 19 de septiembre: sus efectos emocionales, consecuencias familiares, nuestras heridas físicas y espirituales. La reflexión, el dolor, la rabia, el silencio, el “por que” para algunos y el “hasta cuando para otros”. Por ahí andamos esos doscientos estudiantes, con sus familias, con sus dolores, con sus olvidos y sus recuerdos. Con ganas de decirles a esos muchachos de hoy, a nuestros hijos, que si hoy contamos nuestra historia, es para rescatar la memoria del país y de las luchas. Esa lucha que en silencio unos, que en tribuna otros pero con mucha convicción todos construimos. Cada uno con su experiencia, contará como vivimos, esa etapa de la vida. Algunos que nos acompañaron ya no están, pero su recuerdo es la historia misma. Por ahí nos hemos encontrado con algunos protagonistas, con sus recuerdos y sus heridas. Mencionar algunos nombres, seria dejar a la memoria una gigante responsabilidad, ahí estaremos todos.
No estoy seguro, si nos anima, a todos los que participamos el reclamo de Justicia y castigo a los culpables de la Masacre de Tazón. Me anoto con los “imprescindibles” de Bertol Brech y exigir una revisión del caso que conlleve a castigar a quienes son culpables de éste delito: Jaime Lusinchi, Octavio Lepage, Edmundo Chirinos, teniente Coronel José Vizcuña y el pelotón de guardias nacionales que disparó armas de guerra aquel 19 de septiembre de 1984 a 200 estudiantes desarmados.
En el marco de la Nueva Institucionalidad, la Ley contra el silencio y la Impunidad que actualmente debate una comisión de la asamblea nacional, es nuestro espacio. De eso estoy seguro Avancemos, es justo, El dictamen de castigo a los Asesinos de Yumare, debe animar nuestra necesidad de justicia.
¡Aquí queda la propuesta!
….a la memoria de Juan Carlos Celis, estudiante de Agronomía, asesinado, aquel febrero de 1989 en las puertas de nuestra Facultad de Agronomía cuando protestábamos en Maracay por la Masacre del Caracazo :Justicia también…..
Everaldo_ebr@hotmail.com
Para los doscientos estudiantes que aquel 19 de Septiembre de 1984 a las 8:56 am, nos fuimos en los cuatro autobuses desde la Facultad de Agronomía en Maracay hasta la Sesión que el Consejo Universitario en Caracas, donde las autoridades tenían en agenda aumentar el precio del comedor(un bolívar pagamos por desayuno, dos por almuerzo, y dos bolívares por la cena) ,cobrar por el transporte universitario y solicitábamos mayor numero de becas estudiantiles; en general, la defensa y acceso a la Universidad gratuita para las clase populares fue punto de honor , amor y lucha. Salimos decididos firmes y con la alegría propia de nuestra edad. El Decano adeco Pedro Vega, argumentando que habíamos “secuestrado” los autobuses. Situación que era una conquista de nuestra lucha: Los autobuses en protestas los manejaban los estudiantes, informa al “rector asesino” Edmundo Chirinos (aquel de la ”generación boba” y del “me equivoque”)de nuestra salida a Caracas. Este se comunica con el Ministro de Relaciones Interiores Octavio Lepage, el cual da instrucciones al teniente coronel de la Guardia Nacional José Vizcuña para que impida a “como de lugar” el paso de cuatro autobuses de la UCV que vienen de Maracay.
Recuerden era el gobierno adeco de Jaime Lusinchi, representante del puntofijismo y de la represión adeco –copeyano. La masacre de Tazón. No es un hecho aislado ni antes ni después. Históricamente se ubica dentro de la política represiva del sistema cuartorepublicano: el 04 de Octubre de 1982 asesinan en Cantaura a 23 revolucionarios, el 08 de Mayo de 1986 asesinan en Yumare a 9 revolucionarios, el 29 de Octubre de 1988 masacran a 14 pescadores en Caño La Colorada en El Amparo y el 27 y 28 de febrero de 1989 el levantamiento popular conocido como “El Caracazo”. Estamos ante la política represiva de Posada Carriles, Henry López Sisco, Remberto Uzcategui entre otros. Los gobiernos de Herrera, Lusinchi y Carlos Pérez. Cuyos modelos populistas poco a poco se vienen agotando.Y una economía en franco deterioro y acorralada por el Fondo Monetario Internacional. Lo que llevaba a intensificar la represión para evitar el avance de las luchas populares, estudiantiles, vecinales y sindicales.
Así llegamos al peaje Hoyo de la Puerta en Tazón. Se nos dice “por ordenes superiores, no pueden pasar” Nos reunimos todos, analizamos la situación: los derechos constitucionales ( “la moribunda” del 1961) de libre transito y la asamblea toma la decisión por la importancia de la sesión en el Consejo Universitario, por el carácter pacifico, y no habiendo ninguna razón para detenernos, de continuar hasta la U.C.V. Caracas. Un pelotón de guardias nacionales con armas de Guerra (FAL) por cada lado de la vía, apuntan y disparan directamente a los autobuses donde nos trasladábamos. Tenemos las fotografías de los impactos de bala en los autobuses. Un acto criminal sin precedente por la infamia y lugar público donde se desarrolló. El traslado de heridos nos mostro el otro rostro de la represión planificada: escuadrones de hombres civiles (DISIP) con fusiles apuntando a todo vehículo que pasaba a Caracas. Ropas ensangrentadas eran nuestras banderas, anunciando que trasladábamos heridos. Me trasladé en un viejo Volkswagen con cuatro compañeras heridas hasta el hospital Universitario.
En el hospital Universitaria de la UCV, y ya entrada la tarde, la represión continua, se persigue a los heridos y a sus acompañantes para desaparecer los informes médicos, placas y evidencias de la masacre. Solo la valentía de aquellos compañeros, de sus acompañantes, de los médicos y pasantes que nos protegieron se salvó las evidencias.
Nuestros compañeros heridos de gravedad (35 estudiantes) quienes milagrosamente salvaron su vida junto a los demás luchadores estudiantiles que nos trasladamos ese 19 de septiembre de 1984 a Caracas quedaríamos marcados para siempre física y mental y por un estado represor, que si bien nos mostro su verdadera y peor cara, disparar con armas de guerra a un grupo de desarmados estudiantes que reclamaban sus derechos, Jamás calló el reclamo por una sociedad justa que continuamos reclamando con mas fuerza desde esos días. Toda una campaña de represión a nivel nacional desató el gobierno de Jaime Lusinchi y Octavio Lepage. Un movimiento estudiantil y trabajador levantado en todo el país protestó levantando las banderas de solidaridad, castigo a los asesinos y libertad. Es así como asesinan en las Tres Gracias de la UCV al luchador universitario Douglas Armado Blanco.
Se generó, desde ésta fecha , formas organizativas de trabajo, un aporte a la lucha del pueblo y sus estudiantes, es así como el 3 de Noviembre de 1984 en nuestra Facultad se cristaliza el I Encuentro Nacional de Dirigentes Estudiantiles y en Mérida el 29 de mayo de 1985 el primer Congreso Nacional de Estudiantes.
El cambio en nuestras vidas a partir de es 19 de septiembre: sus efectos emocionales, consecuencias familiares, nuestras heridas físicas y espirituales. La reflexión, el dolor, la rabia, el silencio, el “por que” para algunos y el “hasta cuando para otros”. Por ahí andamos esos doscientos estudiantes, con sus familias, con sus dolores, con sus olvidos y sus recuerdos. Con ganas de decirles a esos muchachos de hoy, a nuestros hijos, que si hoy contamos nuestra historia, es para rescatar la memoria del país y de las luchas. Esa lucha que en silencio unos, que en tribuna otros pero con mucha convicción todos construimos. Cada uno con su experiencia, contará como vivimos, esa etapa de la vida. Algunos que nos acompañaron ya no están, pero su recuerdo es la historia misma. Por ahí nos hemos encontrado con algunos protagonistas, con sus recuerdos y sus heridas. Mencionar algunos nombres, seria dejar a la memoria una gigante responsabilidad, ahí estaremos todos.
No estoy seguro, si nos anima, a todos los que participamos el reclamo de Justicia y castigo a los culpables de la Masacre de Tazón. Me anoto con los “imprescindibles” de Bertol Brech y exigir una revisión del caso que conlleve a castigar a quienes son culpables de éste delito: Jaime Lusinchi, Octavio Lepage, Edmundo Chirinos, teniente Coronel José Vizcuña y el pelotón de guardias nacionales que disparó armas de guerra aquel 19 de septiembre de 1984 a 200 estudiantes desarmados.
En el marco de la Nueva Institucionalidad, la Ley contra el silencio y la Impunidad que actualmente debate una comisión de la asamblea nacional, es nuestro espacio. De eso estoy seguro Avancemos, es justo, El dictamen de castigo a los Asesinos de Yumare, debe animar nuestra necesidad de justicia.
¡Aquí queda la propuesta!
….a la memoria de Juan Carlos Celis, estudiante de Agronomía, asesinado, aquel febrero de 1989 en las puertas de nuestra Facultad de Agronomía cuando protestábamos en Maracay por la Masacre del Caracazo :Justicia también…..
Everaldo_ebr@hotmail.com
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