Guillermo Sira
guillermosira@yahoo.com
El
establecimiento en todo el planeta del modelo globalizador neoliberal, proceso
iniciado en la década de ´80, produjo cambios radicales en todos los campos. Le
llega así el turno a la educación de entrar en la agenda neoliberal, con la
intención de convertir esta actividad humana en un servicio más, en
una
mercancía más, suceptible de ser privatizada. Con una refinada retórica y
un repertorio de argumentos muy variados diseñaron una dinámica progresiva para
poner la educación a tono con los intereses globales del
mercado.
Veamos la siguiente secuencia.
A Comienzos de los años ´80 una comisión de
expertos en EE.UU. redacta el documento Una Nación en riesgo, cuyo plantamiento
central es adecuar los sistemas educativos al mundo que se veía llegar, centrado
en la tecnología y el conocimiento.
Conferencia de Jomtien. Principios de los ´90.
Lema: Educación para todos. La educación como la fórmula mágica para llegar a
una globalización centrada en la equidad.
Conferencia de Dakar, 2000, examinó lo cerca
que está la comunidad internacional de alcanzar sus objetivos de Educación para
Todos. Se discutieron los resultados de la Evaluación de la Educación para Todos
(EPT Evaluación 2000), llevado a cabo en más de 180 países, y se diseñaron
planes para satisfacer la necesidad de la educación básica para todos en el
nuevo
siglo.
Ronda del Milenio, 2000. OMC. AGIS (Acuerdo
para giros y comercialización de servicios).
Derechos para comercializar los
servicios, incluidos salud y eduación. Post secundaria y educación a distancia.
Señala Larry Kuehn que las ventajas de producir capital en el área educativa
comienzan a ser muy similares a las que se logran haciendo cine y
televisión.
Derechos de las corporaciones trasnacionales a recibir un trato
igual en la captación de los subsidios en los distintos países.
No es casual el rol protagónico del Banco
Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo asesorando y financiando las
reformas educativas. Se crean 122 nuevas Leyes de Educación en el mundo y 25 en
América Latina y el Caribe, según el PREALC, Proyecto Principal para las
reformas Educativas en América Latina y el Caribe. En esta región había clima
propicio para implantar las recetas en medio de un refujo de las luchas
populares y de las experiencias y proyectos de educación popular.
En el amplio el estudio realizado por Rosa
María Torres 12 tesis para el cambio educativo acerca de la educación básica,
centrado en América Latina y el Caribe de habla hispana, se señala el fracaso de
estas reformas en lo que se refiere al mejoramiento de la calidad y equidad en
educación, dentro de un proceso privatizador y de desprofesionalización docente,
entre otros.
Algunos
semidesnudos y todos descalzos, una docena de niños
sale de la escuela, de un
bohío de tablas y palmas donde tres
maestros apenas alcanzan para preescolar,
primero y segundo
grado de educación básica. La mayoría no tiene ni siquiera
un
cuaderno. Y una madre explica: ´Sólo si nos va bien en la venta
de
nestras cosechas podríamos comprar los útiles que necesitan.
Muchos no
siguen estudiando porque mandarlos a otras escuelas
cuesta
mucho...1
Hablamos hasta ahora de la educación
tradicional más formal, reproductora de la cultura occidental, a un modelo
escolar que podemos cuestionar de estar anclado en la modernidad. Pero hay que
dar una mirada a otras dimensiones educativas que están presentes en la vida
cotidiana y tienen un peso
educativo, informal, pero por demás significativo.
El siguiente es un texto pertenenciente al
Documento de Santa Fe I:
“La educación es el medio por el cual las
culturas retienen, transmiten y hasta promueven su pasado. Así quien controla el
sistema de educación determina el pasado o cómo se ve a este tanto como el
futuro. El mañana está en las manos y en las mentes de quienes hoy están siendo
educados...” En él se muestran las intenciones imperiales de apropiarse y
controlar las mentes de la juventud de los países dominados. Es una estrategia
planificada desde los centros de poder global, que fluye hace ya mucho, en forma
de imágenes y sonidos. Los mecanismos de manipulación se refinan constantemente
y es tiempo de preguntarnos por los niveles de éxito de estos mecanismos y sus
consecuencias en las aspiraciones de cambios sociales.
Hoy la televisión, educador por excelencia en
todos los hogares de todos los estratos sociales, sigue ejerciendo su poder de
control social, complementado con otros novedosos recursos tecnológicos: video
juegos, dvd, celulares-computadores, i pod, etc. Vemos con preocupación muchos
indicadores
que nos están hablando del peligro de perder la esperanza vital
de todas las sociedades: su juventud; como la indiferencia de las jóvenes y los
jóvenes de hoy hasta con su propia realidad, la ausencia de criticidad, la
asunción de los hábitos de consumo foráneos, dependencia de los productos que
día a día ofrece la quincalla global y hasta la vergüenza de su identidad. Sin
dudas hay diferencias generacionales palpables que revelan la eficacia de los
métodos de las corporaciones mundiales que cumpen roles educativos y de
producción de cultura.
Nike, supuestamente una fábrica de zapatos
deportivos, delega la producción material en las maquilas del sudeste asiático y
centra su acción en estandarizar el estilo de vida de los jóvenes a escala
planetaria; Disney proyecta los antivalores con sus películas; Matell con su
rubia Barbie, marca las pautas culturales de las niñas del planeta. Toda una
industria del entretenimiento trabajando sin pausa para garantizar la
dominación, nos revela más bien un gran aparataje educativo, frente al cual
hemos
actuado con ingenuidad y que merece ser objeto de investigaciones
rigurosas desde distintos ángulos.
El capitalismo está logrando, o ya lo
logró(?), colonizar las mentes de las nuevas generaciones, para utilizar la
expresión de la canadiense Nohami Klein. Somos testigos de la actuación de la
nueva generación de maestros, formados por completo en los patrones culturales
globales, celebrando el día de la alimentación con sus estudiantes, sirviendo la
mesa, con las colas Pepsi o Coca siempre presidiendo estos momentos; o premiando
el rendimiento escolar con un compartir en Mc Donalds.
Este sistema toma el control de nuestros
propios hijos, casi desde que nacen; nos habla con su discurso a través de
ellos, los viste uniformemente, les enseña a comer a la medida de sus
intereses.
¿Qué hacer? Es una interrogante compleja de
donde surgen muchas otras. Los que que creemos en un cambio de modelo
civilizatorio tenemos que plantearnos restarle fuerzas a las influencias
descritas. Las experiencias de educación popular y liberadora gestadas en
nuestro continente tienen mucho de vigencia. Hay resistencia cultural e
innovaciones educativas, en este orden de ideas, en el Movimiento sin Tierra de
Brasil, en México con los Zapatistas, y seguramente en muchos otros lugares. Se
impone el intercambio de experiencias para crecer y fortalecer propuestas
alternativas. Tenemos un caudal de experiencias y aportes teóricos dentro y
fuera del continente, Freinet, Freire, Neill, Rodríguez, etc.
Hay un principio básico del cual partir: esta
civilización avanza hacia la destrucción de la vida en el planeta y esta premisa
debe impregnar todos los proyectos educativos, en los cuales el desarrollo y el
progreso no pueden seguir siendo los referentes. Claves orientadoras como la
Artesanía frente a la
industrialización, el impulso del trabajo productivo
ante la propuesta empresarial toyotista, producción agroecológica de alimentos
en lugar de la agroindustria transgénica, producción de bienes y servicios a
través del trabajo asociativo y cooperativista, organización de comunidades en
espacios convivenciales que se autogestionen y vivan en libertad y armonía con
la naturaleza...
En un mundo con una brecha creciente, donde la
acumulación inmoral de capital resalta aún más la exclusión, las luchas sociales
seguirán arreciando y el hecho educativo se fundirá con las movilizaciones
populares, disminuirá la influencia del viejo modelo civilizatorio y se
perfilará el nuevo.
Está a la vista el gran avance obtenido por la
globalización en el orden de la imposición de un pensamiento único. Pero la
utopía no se ha apartado del horizonte. En la Venezuela de hoy la educación
popular, que promueve la construcción del hombre y la mujer como sujetos, con
autonomía, con
criterios propios, desde el diálogo, tendrá que batirse contra
la corriente oficial, que a su vez la proclama a ella como el camino a seguir.
Pero la corriente oficial choca de entrada con el principio dialógico que define
a la educación popular. El diálogo no convive con estilos autoritarios ni
con
prácticas de adoctrinamiento, ni cultos a la personalidad. La corriente
oficial en Venezuela, contradiciendo su propio discurso, entiende la educación
como un puente que nos lleve a la otra orilla, la del desarrollo y el progreso
capitalista, bajo los mismos paradigmas científicos y tecnológicos del mundo
moderno que quiere imitar: incluyendo la energía nuclear.
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